La comunidad universitaria continúa conmocionada por la muerte del ingeniero Nelson Castillo, decano de la Facultad de Ciencias Administrativas de la Universidad Luis Vargas Torres de Esmeraldas, quien fue asesinado por sicarios la tarde del miércoles 18 de enero en el sector Nuevos Horizontes, después de culminar su jornada laboral. Más aún por el presunto vínculo en este crimen de la banda organizada Los Tiguerones, lo cual ha cubierto el caso con un manto de hermetismo de parte de la policía, los familiares y las autoridades del centro educativo superior.

Por este caso hay ya cuatro detenidos. Un adolescente de 18 años, quien presuntamente realizó los más de 24 disparos con los que fue asesinado Castillo y resultó herido otro docente de nombres Patricio Lara. El otro aprehendido tiene 17 años, quien aparentemente conducía la motocicleta.

Dos mujeres aparecen entre los detenidos. Una de ellas, de 34 años, mientras que María Chichande, tiene 64 años. Ella custodiaba las dos motocicletas que se encontraban en el sitio y que habrían sido utilizadas en el hecho violento.

Las motos estaban reportadas como robadas y fueron llevadas como evidencia, al igual que una alimentadora.

Las capturas de estos supuestos responsables del crimen de Castillo se ejecutó, según el comandante Fausto Buenaño, en las riberas del río Esmeraldas, en la Isla Piedad, uno de los sectores más conflictivos de la capital provincial.

Los cuatro detenidos esperaban este viernes 20 de enero de 2023 la audiencia de formulación de cargos, la cual estaba prevista para cumplirse en horas de la tarde.

Según Buenaño, existen las evidencias suficientes para determinar que los detenidos fueron los autores materiales del crimen de Castillo.

Además de las dos motocicletas incautadas y la alimentadora, la policía trazó a la perfección la ruta que siguieron los gatilleros -gracias a las cámaras de seguridad-, hasta refugiarse en una casa en la Isla Piedad.

El Consejo Universitario decretó tres días de luto y la mañana de este viernes las instalaciones del centro educativo superior lucían vacías, al igual que las inmediaciones del campus. Las actividades académicas y administrativas están suspendidas hasta el próximo lunes 23 de enero.

Iter Camacho es estudiante de la Facultad de Ciencias Administrativas y está a favor de que se retomen las clases virtuales debido al ambiente de inseguridad que ronda a la Universidad. “No hay garantías para venir a clases presenciales porque si no somos objeto de asaltos, puede que en algún momento nos alcance alguna bala perdida”, reflexiona el estudiante.

En grupos de WhatsApp que tienen los alumnos también se está haciendo pedidos a las autoridades para que se adopte la modalidad online y así no exponer a los estudiantes, profesores y personal administrativo.

Sin embargo, desde el Rectorado se mantiene la disposición de retomar las clases presenciales este lunes.

“Queremos que se nos escuche, son nuestras vidas las que están en riesgo. Ojalá las autoridades universitarias recapaciten y podamos seguir estudiando pero desde nuestras casas”, agrego Justin Erazo, estudiante de la Facultad de Leyes.