La peste, raza 4
Albert Camus narra en su novela La peste, lo que ocurrió en Orán, Argelia, cuando una población casi fue borrada del mapa cuando los habitantes empezaron a ignorar la muerte de las ratas, que caían poco a poco, sin que se les dé importancia. Ante el contagio a los seres humanos, las medidas que tomaron las autoridades fueron de un aislamiento total de la ciudad. Si solamente se hubiesen tomado en serio las muertes de las ratas, que caían sin motivo aparente, quizás se hubiese salvado la mayor parte de la población.
La raza 4 de fusarium, después de desbastar cien mil hectáreas en Taiwán, en el sudeste asiático (Indonesia, Malasia y Filipinas), en China, en el norte de Australia, y en otros lugares; hoy está en 19 de los 135 países productores de musáceas y ya se hizo presente en dos fincas de Colombia.
La economía dolarizada del Ecuador depende del ingreso de dólares al país, sea a través de deuda externa, sea a través de repatriación de capitales, sea a través de aporte de nuestros migrantes, sea por inversión, o sea por tener más exportaciones.
Al 2018, las exportaciones de banano y plátano fueron de 3.196 millones de dólares, 19 % de las exportaciones primarias, de veinte mil productores, con casi 300 mil hectáreas en producción de ambas musáceas. Ergo, sin banano tendremos una inmensa crisis, solo comparable con la crisis de la sigatoka negra, que por efecto dominó terminó con la crisis económica más grande del país.
Solo recuerden que ningún organismo mundial pudo certificar que la mancha blanca que devastó a nuestro sector camaronero, no fuese producida por los químicos usados en la lucha contra la sigatoka.
Por ello, llegó la hora de declarar emergencia nacional para proteger nuestro principal producto de exportación. No podemos no actuar, al ver cómo caen las plantaciones, una a una, similar a lo sucedido con las ratas de la ciudad de Orán, ya que al final quienes quedaremos destruidos seremos nosotros, los ciudadanos comunes.
“.. ningún organismo mundial pudo certificar que la mancha blanca que devastó a nuestro sector camaronero, no fuese producida por los químicos usados...”.