“Como un balde de agua fría”. Estas fueron las palabras que utilizaron los empresarios para describirle al presidente de la República, Lenín Moreno, cómo recibieron las medidas económicas que se anunciaron el pasado 11 de octubre.

Ayer al mediodía, representantes de tres gremios productivos acudieron a Carondelet para reunirse con el presidente Moreno y presentarle una “contrapropuesta al plan económico”, con el fin de evitar el incremento de los aranceles en 375 partidas y la tasa de control aduanero de $ 0,10 para todo bien importado.

El principal afectado de estas dos acciones, dijeron, sería el sector comercial. Si los productos van a costar más, se venderá menos y se crea un círculo perverso en la economía: menos ventas, por lo tanto menos empleo, lo que representa una menor recaudación tributaria, argumentaron.

Las alternativas se concentran en cuatro puntos y buscan que el Gobierno ahorre $ 5.436 millones y obtenga ingresos por $ 3.120 millones. Por ejemplo, se recomienda optimizar la nómina del sector público, más eficiencia en gastos, reestructurar la deuda.

También se plantea fomentar las alianzas público privadas para inversiones nuevas y estancadas, y renegociar los contratos petroleros.

Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito y de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio del Ecuador (Fedecámaras), señaló que es optimista debido a que las autoridades mencionaron que van a analizar las propuestas antes de que se oficialice cualquier medida.

El Gobierno mencionó que algunas de esas peticiones planteadas ya se están ejecutando. Richard Martínez, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), señaló que solicitaron a las autoridades que se detalle el 86 % de los pedidos aceptados que realizó el Consejo Consultivo Productivo y Tributario.