Paul Ruiz: “Un campeonato mundial de videojuegos requiere de sacrificios”

Paul Ruiz: “Un campeonato mundial de videojuegos requiere de sacrificios”

El guayaquileño es el actual Campeón Mundial de Pokémon 2018 VGC de la categoría máster y el primer latinoamericano en conseguir este título.

Paul Ruiz, guayaquileño de 28 años e ingeniero en sonido que ejerce en un canal de televisión local, es el actual Campeón Mundial de Pokémon 2018 VGC (Video Game Championship) de la categoría máster y el primer latinoamericano en conseguir este título. Tiene esposa, familia y un jefe que hasta ahora han entendido su gusto por los videojuegos. También mucha fe.

El año pasado, ganó 5.000 dólares por obtener el tercer lugar en el mismo campeonato, más una carta de colección que vendió en $ 3.300 y un trofeo con la figura de Pikachu con una copa de bronce que, en entrevista con EXPRESO, dijo que no cambiaría ni por todo el oro del país (capaz sí se animaba con todo el oro del mundo).

Este año, justo el 26 de agosto, logró el primer lugar. Ahora el premio económico es de $10.000 (recibirá $ 7.000 por temas de impuestos), un trofeo de Pikachu con la copa de oro, una nueva carta de colección y mercancías de la franquicia.

Lograr lo que ha logrado en el mundo gamer no ha sido fácil. Han sido eternas horas de práctica y muchos cálculos (sí, cálculos, pues la fuerza que utiliza cada uno de los pokémones no se adivina), investigación, menos tiempo con la familia, más horas en su trabajo, malas noches, inversión económica y cuatro años en competencias profesionales.

Pokémon no solo lo ha llevado a Estados Unidos, también a Australia, a Colombia y a Brasil. Su meta del 2018 fue volver al campeonato mundial y ganarlo, luego de estar muy cerca en 2017, cuando quedó en tercer lugar. Esta vez lo logró y ha tomado la decisión de retirarse.

¿Imaginaste este triunfo?

Regresé este año a la competencia pensando en que el objetivo era ganar, el año pasado me había quedado muy cerca. Cuando logré clasificar el sábado a la etapa final, les dije a mis amigos que estaba muy contento, pero que eso no era todo. Mi objetivo era ser campeón y para eso me había preparado por mucho tiempo.

¿Qué crees que te convirtió en ganador?

El esfuerzo. Me preparé mucho y vengo con un crecimiento constante como competidor en los últimos años. Yo nunca tomé esto de una forma ligera, siempre lo vi de la manera más profesional posible. Invertí mi tiempo libre y le robé tiempo a mi familia. Sin embargo, estoy muy consiente que no lo hice solo, siempre pedí la dirección de Dios.

Ya eres el campeón... ¿Ahora qué viene?

Mi sueño inicial era llegar a la etapa final y poder salir con la bandera de mi país y lo hice. Luego me dije quiero ganar y se cumplió. Es un sueño propio, para mi país y para la región. Ahora viene el retiro. No sabía cuándo lo haría y básicamente dependía de si lograba el objetivo o no, ahora que lo logré voy a detenerme. Esto consume mucho de mí, de mi vida, de mi esfuerzo, a veces hasta de mi salud porque no duermo o como bien. Ya es el momento de detenerse.

¿Cómo beneficia tu vida personal y profesional ser el campeón de Pokémon?

Este triunfo forma parte de un proceso personal al que yo le dediqué muchos años de mi vida. El conseguirlo me llena de satisfacción y me deja un ejemplo para aplicarlo en otros aspectos de mi vida: por más grande que parezca un reto, con esfuerzo se puede conseguir. Profesionalmente, no me interesa sacar rédito de esto. Sin embargo, este triunfo se está volviendo demasiado grande, he aparecido en mucho medios y utilizaré este momento para concienciar a la gente sobre que esto no es fácil, ni se consigue sin esfuerzo. El estereotipo del gamer en este país es alguien sin ocupaciones, un vago que no tiene oficio... y no es así. Un triunfo siempre requiere de un gran esfuerzo.