Su labor se desarrolla en medio de retratos familiares e imágenes religiosas. Regalos que recibió de los fiscales del cantón Milagro y de monseñor.

Patricia Morejon: “La violencia intrafamiliar es un oceano donde nacen los delitos”

La creciente violencia intrafamiliar que golpea a miles de hogares en el país ha dejado como consecuencia la muerte de más de un centenar de mujeres, en este año. A diario, la Fiscalía del Guayas recepta en promedio 35 denuncias por violencia psicológi

Siempre luce elegante. Pero constantemente es criticada por dos cosas que lleva consigo: un popular esfero y el forro de su celular. No es cuestión de estilo, sino del bolsillo, dice con buen humor. Pero lo que más aflora en Sandra Patricia Morejón Llanos son los conocimientos y experiencia adquiridos en todas las unidades de la Fiscalía Provincial del Guayas, que ahora dirige. Una de ellas, Violencia de Género.

- Como mujer, madre, fiscal, ¿cómo observa esta situación que vive nuestra sociedad con la violencia intrafamiliar, particularmente el femicidio?

- El femicidio no aparece ahora, siempre ha existido. El tema es que no lo teníamos visualizado en la normativa y, por ende, no se establecían estadísticas de los casos. Pero yo que he estado en las unidades de violencia sexual le puedo decir que ya había la violencia intrafamiliar, que es un océano donde nacen todos los demás delitos. Si tenemos un hogar en el que vemos que es normal robar, el niño se acostumbra a eso. Si en un hogar se ve pegar a la madre, va siguiendo esa ‘tradición’.

- ¿Las políticas, los planes o las medidas que se han implementado están sirviendo realmente?

- Sí hemos avanzado, no le puedo decir que estemos cien por ciento o que las políticas estatales sean suficientes para mejorar.

- ¿Qué hace falta?

- De acuerdo con el ámbito de las competencias, yo podría hablar de lo mío. ¿Qué me hace falta acá? Más personal especializado para poder dar atención a las víctimas.

- ¿Como cuáles?

- Psicólogos, trabajadoras sociales, fiscales en Violencia de Género... Y nos hacen falta psicólogas no solo para las víctimas, sino también para el funcionario.

- ¿El fiscal también necesita atención psicológica?

- Como fiscales recibimos siempre el impacto. Cuando estuve en violencia sexual no había cámara de Gessel... ¿Qué teníamos que hacer? Llevar a la víctima frente a un juzgado, a un tribunal y que me diga “Él me violó”... En ocasiones tenía que pedir de dos a tres recesos para ir al baño. ¿Qué iba a hacer? A llorar.

- Le afectaba.

- Eso afecta. Si a la par, yo tengo una hija de la misma edad, afecta doble, porque uno ve reflejado en la víctima a su hijo, hija, madre, a su padre, a su vecino, amigo. Por más duro que uno trate de ser, no deja de ser humano... por eso uno requiere atención. También tomé precauciones, como que mis hijas no podían dormir con el papá, o si no les decía que en el expreso se sienten atrás. O les preguntaba si el guardia les decía algo. Y si entraba un hombre a la casa estaba pilas.

- ¿Cómo ha remediado esa situación? ¿Qué tiempo dura un fiscal en esa unidad?

- Para que haya continuidad (en las investigaciones) están año y medio. Exagerando, mantenemos dos años al fiscal. Los que estaban más de dos años los he sacado, también a secretarios y asistentes. Lo he hecho en todas las unidades... de alguna manera afecta.

- Y es justamente la violencia psicológica la que se ha disparado.

- En 2016 cerramos con 15.260 (denuncias). En 2017 estamos con 8.226. Estamos hablando de que cada Fiscalía (son diez unidades) tiene unas 1.500, solo en un año. Si sumamos 2014, creo que cada fiscalía tendría unas 3.000 o 4.000 de violencia psicológica, un delito que tiene características especiales: leve, moderado o grave.... Para nosotros es muy difícil que nos llegue una persona, presuntamente afectada.

- ¿Por qué difícil?

- Porque la cantidad no nos permite hacer a todos este tipo de valoraciones. Cada valoración, dicen los psicólogos, requiere de dos, tres, cuatro entrevistas y ahí pueden determinar si hay algún tipo de afectación o no... Se está proponiendo a la Asamblea una reforma para que la violencia psicológica sea contravencional... Tengo tantas que ahí se me puede ir una que puede terminar en femicidio. Recuerde que este es el último eslabón de la violencia.

- ¿Todavía hay machismo en nuestra sociedad?

- Sí. Todavía tenemos estereotipos, como que “Mi hijo varón no va a lavar platos”, o que a mi hija porque es mujer tengo que llevarla y cuidarla. Al varón también hay que cuidarlo. Hemos tenido bastantes casos de violencia sexual a niños.

- Y hoy que se ven más vulnerables con Internet, ¿cómo han avanzado esos delitos?

- La aparición de las infracciones informáticas no tiene más allá de una década... En 2002 aparecen nuevas figuras como phishing (suplantación de identidad en Internet) o el pharming, para apropiarse de información... el sabotaje informático...

- ¿Han aumentado?

- Sí, la delincuencia informática va más allá de las leyes y nosotros tenemos más modalidades de robo informático de las que podamos imaginar.

- ¿Puede alguien robarnos información del celular?

- ¡Por supuesto! A través de Bluetooth... Todo es a través de códigos... de programas, cosas intangibles... Lo que hace es digitalizar algo y copiar. Existen sectores en Guayaquil donde hay señal de wifi abierta... y mucha gente se mete para tener señal, y yo me puedo meter con un programa a su teléfono y simplemente llevarme toda la información, como contactos, correos, todo lo que tenga...

- ¿Corremos riesgos entonces con este tipo de señales abiertas?

- Tenemos que tomar precauciones. Yo cierro todo, no tengo abierta la señal de Bluetooth, pongo claves difíciles.

- ¿Tomó precauciones una vez que conoció todos estos delitos?

- Sí. Al inicio, no me gustaba tener Facebook, pero tampoco puede alejarse de la globalización... Ahora tengo una página y si estoy conectada tomo las precauciones... Tenía varias tarjetas de crédito y solo me quedé con una. Antes, en los restaurantes los meseros cargaban un escáner; yo me paraba a ver mi tarjeta por dónde la pasaban. En ese entonces tuve un caso de niños a quienes les pagaban por cargar un escáner como collar, pasaban la tarjeta y se quedaba la información; con esos datos clonaban tarjetas y aparecía endeudada. Psicológicamente uno se afecta según la unidad en que esté.

- Vemos que se encomienda a Dios.

- Me levanto a las cuatro de la mañana y de rodillas oro por todos...

- ¿Pide perdón?

Uno no sabe a quién ofende, yo soy pecadora todos los días...

- ¿En algún momento se ha traumado por algún caso?

No. Cuando está más arriba aprende a responder por una institución, no por una persona... En dos meses que estoy aquí nadie me ha llamado a decir “Haga esto”.

- ¿Y si la llaman?

No lo haré. Una cosa es servir, pero otra es hacer daño a una persona...

- Ahora vemos de ‘moda’ la corrupción. ¿Cómo alejarse de ella?

Si está en un cargo público tiene que actuar lo más apegado al Derecho. La corrupción no solo es dinero... cuando se ha recibido alguna denuncia (en contra de un fiscal) inmediatamente se pide un informe o se manda a gestión procesal.

- ¿Mete las manos al fuego por alguien?

No, pero defiendo cuando hay que defender...