Pagan los chinos impuestos exorbitantes
Una entrevista al magnate chino Cao Dewang (fabricante de vidrios para automóviles) generó un acalorado debate en China. Cao explicó que su reciente decisión de invertir $ 600 millones para crear una filial de su empresa (Fuyao Glass Industry Group) en EE. UU. se debió en gran medida a los altos impuestos que pagan los fabricantes chinos, que según Cao son 35 % más altos. ¿Será que la carga impositiva sobre las empresas chinas llegó a un nivel insostenible? A juzgar estrictamente por los números, no parece ser así. Medida como el cociente entre ingresos fiscales y PIB, la carga impositiva general en China según el Manual de estadísticas de finanzas públicas del FMI es un poco más de 29 % (10 % menos que el promedio mundial). Otro modo de medirla es calcular el porcentaje del PIB que supone la suma de recaudación impositiva y aportes a la seguridad social. Según esa cifra, la carga impositiva general promedio en China es 12 % menos que en los países de la OCDE. La recaudación impositiva china equivale a un 18 % del PIB (contra cerca del 26 % del PIB en los países desarrollados y cerca del 20 % en los países en desarrollo, en 2013) y sigue en bajada. Pero no todos coinciden en que la carga impositiva sea relativamente baja, sobre todo las empresas. Un informe reciente del Banco Mundial (BM) indica que el tipo impositivo total promedio para ellas es 68 %, el 12.º más alto del mundo. Aparentemente China cobra más impuestos a los productores y menos a los consumidores que la mayoría de economías desarrolladas y el tipo impositivo promedio de China es considerablemente superior a los de Japón, Corea del Sur y Singapur. La percepción de la “carga impositiva” en China también incluye gastos extratributarios, entre ellos una proporción relativamente alta que aportan los empresarios a la seguridad social de los trabajadores, el costo real de la tierra, los recursos y la financiación, y una variedad de aranceles extraordinarios. Solo estos últimos equivalen a no menos de 13 % de los ingresos de las empresas chinas, porcentaje repartido entre 7 % para financiar la construcción y mantenimiento de infraestructuras urbanas, 5 % para educación y 1 % reservado para el control de inundaciones. Esto se paga a los gobiernos de nivel local, debe salir de las ganancias y no se puede trasladar a los consumidores, reduciendo los márgenes de ganancia de las empresas chinas ( los aranceles equivalen a cerca de la cuarta parte de sus ganancias). China debe crear un sistema impositivo más sencillo y transparente, adoptando impuestos más explícitos y directos. Es preciso reducir los impuestos, tasas y aranceles que pagan las empresas chinas, y la proporción que pagan del seguro social de los trabajadores. Al mismo tiempo, la dirigencia china debe comprometerse a poner límites al creciente costo de la tierra y de la financiación, para crear un mercado más parejo y competitivo para todas las empresas. Pero mientras las infraestructuras básicas permanezcan en poder de empresas estatales a menudo ineficientes, algunos sectores que dependen de aquellas tendrán que soportar costos más altos, que con el tiempo pueden deteriorar la competitividad de las empresas fabriles chinas, o empujarlas a emigrar a mercados más propicios.
Project Syndicate