Disputa. Joao Paredes, atacante del Delfín, es detenido como sea por el argentino Richard Schunke, zaguero del Deportivo Cuenca, en el partido jugado ayer en el Jocay.

Sin poder ofensivo ni liderato

El Delfín no pudo recuperar la punta tras igualar con el Cuenca, un resultado que favorece a Emelec, líder al cerrar la fecha.

Los seguidores del cuadro manabita extrañaron ayer más que nunca a la dupla goleadora. A pesar de que Carlos Garcés y Roberto Ordóñez, quienes son la principal esperanza de gol, fueron incluidos en la nómina de 18 jugadores, el técnico Guillermo Sanguinetti no quiso arriesgarlos.

Su ausencia se notó en la ofensiva del Delfín, que igualó sin goles con el Deportivo Cuenca. Ellos todavía no están totalmente recuperados de sus lesiones musculares.

Con este empate con sabor a derrota en el Jocay de Manta, el equipo cetáceo no pudo recuperar el liderato de la segunda etapa del campeonato nacional. Ahora está a un punto del nuevo líder, Emelec.

Los cuencanos, en cambio, sumaron un valioso punto que mantiene vivo su sueño de llevarse la etapa y pasar a disputar la final, precisamente frente a Delfín, que fue el ganador del primer tramo.

A los manabitas les costó arrimarse con peligro al área rival. Adelante no tenían la fuerza necesaria para hacer daño en el pórtico de Hamilton Piedra. Henry Patta y Joao Paredes, quienes aparecieron como delanteros, fueron fácilmente absorbidos por la marca.

El lateral derecho Marcos Cangá trató de desdoblarse al ataque. En una de sus arremetidas, a punto estuvo de abrir el marcador con potente remate de izquierda, que obligó al meta Piedra a controlar la pelota en dos tiempos. Fue el único susto que metió Delfín en el primer tiempo.

El libreto no cambió en la complementaria. Marcos Cangá siguió ganando la línea de fondo del campo, pero sus centros no fueron receptados por los ofensivos. Tampoco apareció Jacob Murillo, quien era el hombre llamado a poner las ideas y el fútbol en el medio sector.

El Expreso Austral se paró firme y dominó las acciones en gran parte del primer episodio. Sin embargo, al equipo dirigido por el argentino Gabriel Schürrer le faltó precisión en los últimos metros para desnivelar el marcador.

El Cuenca estuvo más cerca de la victoria. Michael Hoyos, quien había reemplazado a Édison Preciado, remató dentro de las 18 yardas y el guardameta Pedro Ortiz bloqueó el balón con una espectacular estirada.