Mientras las cámaras apuntan a los festejos de Sergio Agüero, del Manchester City o de Cristiano Ronaldo, del Real Madrid, detrás de ellos hay jugadores que cumplen un trabajo silencioso que les permite llegar hasta esa posición de remate.

En esa tarea se lucen David Silva en el equipo inglés y Luka Modric en el español. Ellos han sido determinantes en el recorrido de los dos planteles para llegar a las semifinales de la Champions League. Y esperan repetir esas actuaciones en el partido de ida, esta tarde en el Etihad Stadium.

Silva y Modric son los encargados de organizar el juego ofensivo de sus planteles y de aprovechar los pocos espacios que existen entre las líneas rivales para dejar en ventaja a sus delanteros.

Además, deben brindar el equilibrio necesario a la mitad de la cancha y a la defensa para que el contrario no aproveche los contragolpes.

El español David Silva tiene una vocación más ofensiva. Pero eso no lo libera de la responsabilidad en la marca. La muestra es que en los 589 minutos, que ha jugado en los 7 partidos de esta edición del torneo europeo, corrió 68,5 kilómetros. Lanzó 392 pases con un 86 % de efectividad. No tiene goles.

El croata Luka Modric ayuda más al equilibrio. En los 606 minutos jugados, en 9 compromisos, corrió 70 kilómetros y dio 568 pases, con una efectividad del 93 %. Hizo un gol.

Ambos se caracterizan por no recurrir al juego brusco para recuperar el balón. Silva ha cometido diez faltas en el torneo y Modric cuatro. Todas leves porque ninguno ha recibido una tarjeta amarilla.

Por su posición en la cancha hoy se darán varios duelos en Manchester entre ellos. Silva tratará de habilitar a los delanteros, pero antes tendrá que sacarse la marca de Modric.