García se ha formado en clínicas que tenían en su lista de pacientes a Donald y Melania Trump, Alicia Keys o Michael Douglas.

Una odontologa revela secretos de los dientes de sus famosos pacientes

Por sus manos han pasado desde artistas hasta políticos.

Por sus manos han pasado las bocas de ricos y famosos, entre los que están cantantes, políticos, modelos, futbolistas y actores. Nacida en Tenerife, España, Sandra García Martín, de profesión odontóloga, conoce los secretos orales de muchos de sus exclusivos clientes.

Graduada como licenciada en Odontología por la Universidad Internacional de Cataluña, posee además doble máster por la Universidad de Nueva York y es titular de una clínica odontológica en Harley Street, la calle super ‘cool’ con más médicos y dentistas privados por metro cuadrado de Londres.

El diario español El mundo relata en una entrevista que hasta su consulta han arrivado ‘celebrities’ como Whitney Houston, los miembros del grupo inglés One Direction o Amy Winehouse; actores como Idris Elba o Emma Thompson y los futbolistas Adebayor o Cesc Fàbregas, a quienes les ha esculpido las sonrisas.

García se ha formado en clínicas que tenían en su lista de pacientes a Donald y Melania Trump, Alicia Keys o Michael Douglas. Una vez a la semana trabaja en otra entidad dental londinense que solo trata a familias reales árabes. Ellos necesitaban a una odontóloga que pudiera asomarse a las bocas que el burka veta a sus colegas varones.

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Este trabajo no es nuevo para la profesional quien así como Nadal o Almodóvar ha puesto en alto el nombre de España, por el buen trabajo que realiza desde hace ya un par de décadas.

El crédito se lo debe a la especialización que realizó en Nueva York con Jonathan Levin, uno de los ‘duros’ en este campo. Allí descubrió que lo que de verdad le apasionaba era la estética dental. Ya en Londres, cursó a distancia el máster que imparte, también en Nueva York, Larry Rosenthal, otra referencia mundial.

En 2008, se topó por los pasillos del consultorio de Rosenthal con un tal Donald Trump. “Es muy artificial, muy falso, como de plástico, desde las minicirugías que tiene en la cara hasta esa forma tan peculiar del rostro. Esa sonrisa tan ‘fake’ de Trump no es responsabilidad de Rosenthal, porque luego se ha hecho más cosas», dice.

Famosos y confidencialidad

A la primera famosa que atendió en Londres fue Emma Thompson. “Nunca le he hecho nada más allá de un blanqueamiento o de un mantenimiento general. Tiene los dientes apiñadísimos y necesitaría una ortodoncia. De hecho, tiene un canino marcadísimo, pero no hay manera de tratárselo, porque una vez Dustin Hoffman le dijo que no se tocara nunca ese colmillo, que era parte de su personalidad”.

El contrato de confidencialidad que tiene con algunos famosos le impide hablar de ellos, pero el veto no parecía estar en vigor cuando trató a Whitney Houston o Amy Winehouse. A la primera la vio durante su última gira en Londres. “Ya había perdido prácticamente toda la dentadura por sus problemas con las drogas y llevaba la boca llena de implantes.

Cuando haces reconstrucciones de tanta envergadura, uno de los grandes retos es que la pronunciación del paciente, su fonética, suene natural. A Whitney se le notaba mucho al pronunciar las eses y las efes”, cuenta la dentista.

De Amy le sorprendió “su inseguridad y la permanente manipulación a la que era sometida por su padre y por su último marido. De hecho, ella me contó que su padre se negaba a que fuera a rehabilitación, porque había que girar, hacer conciertos... La veían como un negocio”.

También han sido pacientes suyos Idris Elba, actor de Star Wars, o Ricky Martin. “Me encantaría decir que su sonrisa es mía, pero la verdad es que tiene unos dientes divinos y no he tenido que hacerle grandes cosas”.

Del cantante Lenny Kravitz, asegura que es “encantadoramente normal, pese a ser una estrella mundial”. Prefiere reservarse los nombres de quienes la han decepcionado por su forma de ser, entre los que están varios futbolistas.

Árabes y políticos españoles

Afirma que los políticos españoles no destacan por su cuidado bucal. De Pablo Iglesias dice que, “tiene los dientes apiñados y sarro por todas partes; mínimo, debería pasar por un higienista”.

Actualmente compagina la gestión de su negocio con las visitas semanales que hace a la clínica londinense donde trata salo a exclusivos pacientes árabes. “Con mucha diferencia, los chinos y los árabes son quienes peor cuidan sus bocas. Algunos miembros de la familia real qatarí, por ejemplo, son adictos al azúcar y todos los años tengo que hacer del orden de los mismos diez empastes, más alguno nuevo”.

El dato

En Europa, la consulta al odontólogo puede costar, por lo bajo, unos 600 dólares.