
Un nuevo lactario beneficia a 35 ninos
Angélica Quimís Saltos es madre primeriza y aunque no ha experimentado personalmente lo que es dar de lactar, pues su bebé nació con problemas respiratorios y permanece hospitalizado, su hijo no ha dejado de alimentarse con leche materna. Ese es el beneficio que presta el lactario del hospital Roberto Gilbert de la Junta de Beneficencia, que abrió sus puertas el pasado 1 de enero. Las madres no tienen excusa para dejar de alimentar a sus hijos con el único alimento que le provee de los nutrientes necesarios para su sano crecimiento. Por ahora se han beneficiado 35 niños de este programa, que espera llegar a todos los pequeños que ingresan a las áreas neonatales de cuidados intensivos y que oscilan entre los 150 y 200 mensuales, según indicó su directora, Aminda Figueroa González. El lactario está ubicado en el primer piso del hospital, donde acuden las madres cada tres horas para extraer la leche, con la que posteriormente serán alimentados sus hijos, la mayoría de ellos, en edad neonatal (28 días) que nacieron prematuros o niños con problemas crónicos (hasta tres meses) que no pueden alimentarse directamente de las madres. Además, el programa beneficia a infantes que ingresan a cuidados intermedios por problemas quirúrgicos. La extracción se realiza cada tres horas con ayuda de máquinas especiales, diseñadas para estimular el pecho de la madre al igual que lo hacen los bebés. Las asistentes son asesoradas por personal de enfermería capacitado. El equipo de profesionales fue asesorado por la maternidad Mariana de Jesús, que es pionera en estos procesos. El beneficio para el niño es “múltiple”, señala Figueroa, ya que la leche materna tiene propiedades saludables en la parte neumológica, en el apego a las madres, en la parte psicológica, previene infecciones digestivas, mejora los procesos de defensa a nivel hospitalario y disminuye la estadía en la casa de salud. Una vez que sea inaugurada la nueva maternidad, el lactario será instalado en el nuevo edificio, en un área más amplia, pues el proyecto final es contar con un banco de leche. Esta unidad, que fue equipada con el apoyo de la Corporación GFP, cumple con todas las exigencias de la Organización Panamericana de Salud (OPS) y la Unicef y cuenta con un área de admisión, extracción, conservación, desinfección y manipulación. En el primer día de extracción se recolectaron 200 mililitros (ml) de leche materna, lo que equivale a 7 onzas; y en la primera semana, 34 onzas.