La entrega de la obra del Metro de Quito se acerca y aún existen detalles que deben cumplirse. Esta semana, la empresa Metro inició los recorridos técnicos para revisar los 18 trenes que brindarán el servicio de transporte en la ciudad.

La revisión va de la mano de autoridades de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT). El objetivo es constatar que los equipos están en buenas condiciones y servirán para su cometido. En total, el Metro de la ciudad dejará una deuda de más de 2.005 millones de dólares.

Durante las inspecciones se reconoce que hay innovaciones y adecuaciones que cumplir en la normativa interna. No existe un transporte con estas características en el país y por eso los reglamentos vigentes no pueden aplicar.

En un ejemplo, para poder operar en Ecuador como medio de transporte masivo, la norma exige una calidad determinada de llantas (aire, por ejemplo) que garanticen la seguridad de los pasajeros. Eso, en el caso del Metro no se puede aplicar.

Como esa regla, hay varias novedades que obligan a la modernización de los documentos de control.

Por eso, anunciaron las autoridades, se creará una “excepcionalidad de homologación”. Es decir, de forma técnica se diseñarán las reglas que deben aplicarse para un transporte como el Metro.

Andrea Flores, gerente de la empresa metropolitana Metro de Quito, dijo estar satisfecha con los recorridos realizados junto a la Agencia Nacional de Tránsito. “La visita técnica permitió verificar que las condiciones técnicas del Metro de Quito son de alta tecnología y están en la capacidad de brindar un servicio seguro, rápido y moderno a toda la ciudadanía”.

También explicó que el siguiente paso será conformar e iniciar operaciones de una mesa técnica de trabajo “para definir la hoja de ruta para tener los primeros resultados en un plazo aproximado de 30 días”.

El Metro de Quito, desde inicios de este año, generó reclamos en el Concejo del Distrito Metropolitano por la falta de claridad en las fechas de entrega y operación del nuevo sistema de transporte. El compromiso fue entregar información detallada y actualizada cada 15 días a los concejales y al alcalde de la capital.

Otro de los compromisos adquiridos fue acelerar los pasos para definir como se administrará el sistema. Además, aún falta articular el Metro con el resto de subsistemas de movilización pública de la ciudad. Ese paso requiere colaboración de otros sectores.