En el área educativa, el gobierno del expresidente Rafael Correa acumuló observaciones por gastos injustificados y adquisiciones de poca utilidad. EXPRESO publicó, a mediados del año pasado, la serie de fallas en las construcciones de escuelas del milenio

Los negociados se ocultaron hasta en los libros escolares

La impresión y la distribución de textos educativos se llenaron de informalidad y descontrol. Hay dinero irrecuperable. Libros sin usar se enviaron a reciclaje.

La administración de la ‘cosa pública’ le quedó grande al Ministerio de Educación. Al menos en la impresión y distribución de libros para escuelas y colegios. Durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, esa cartera compró textos sin cumplir procesos legales, no entregó el material y hasta envió 40 toneladas de los útiles sin utilizar a recicladoras. Todo con precios cuestionables y negociados entre entidades públicas.

Entre 2013 y 2016, el Ministerio gastó 152,3 millones de dólares en 20 contratos para la diagramación, impresión y reproducción de material escolar para estudiantes y docentes. Algunos de esos acuerdos, sin embargo, no contaron con estudios técnicos y términos de referencia.

A mediados de 2013, por ejemplo, Educación pidió la impresión de libros por 1,4 millones de dólares -más IVA- para establecimientos de la Sierra. El proceso, adjudicado de forma directa a otra empresa pública manejada por el correísmo: Editores Nacionales Gráficos (El Telégrafo), contó con una lista de anomalías que fueron detectadas apenas este año.

Una de esas fallas es que el Ministerio entregó el 50 % del valor del contrato sin que haya documentos de respaldo. Es decir, se desembolsaron más de 700.000 dólares sin un acta oficial que dé cuenta de esa entrega. Informalidades prohibidas por ley.

Tampoco se controló que todo el material llegue a manos del personal del Ministerio. No existen actas de entrega y recepción formales, inventarios ni respaldos. El Ministerio de Educación no cuenta con documentación para reclamar por incumplimientos que tenga el proveedor estatal.

No solo se perdió por falta de control en los bienes adquiridos. También hubo pérdidas de efectivo. La falta de seriedad y respeto por los artículos para los estudiantes ocasionó que haya un vacío de más de 4,9 millones de dólares. Ese dinero se pagó de forma anticipada pero no fue devengado con los materiales.

La Contraloría General del Estado determinó que ese monto no fue recuperado por las autoridades de turno.

En su informe DNA2-0022-2019, el ente de control establece, además, que hubo problemas para que los libros comprados sin el debido proceso lleguen hasta los estudiantes. No hubo una supervisión que garantice que el dinero gastado sea de beneficio para los ecuatorianos.

Uno de los casos más alarmantes tuvo lugar en 2016, cuando más de 40 toneladas de materiales educativos para estudiantes y profesores jamás llegaron a sus legítimos beneficiarios. En su lugar, los empleados del Ministerio vendieron los textos a empresas recicladoras. Libros y documentos sin usar fueron directamente a máquinas de corte y trituración en lugar de escuelas y colegios.

Para ese entonces, según narra la Contraloría, se necesitaban libros en más de 489 unidades educativas.

¿Cuántos textos se enviaron sin justificación a las recicladoras? La peor parte es que la falta de inventario y control en las bodegas provocó que no haya un estimado de libros comercializados de manera irregular.

EXPRESO consultó con la actual administración del Ministerio por las irregularidades. Hasta el cierre de esta edición no hay una respuesta.

Desorden en Educación

Contraloría

Para el examen especial en mención, que se aprobó el 2 de mayo de este año, la Contraloría revisó contratos por más de 44 millones de dólares. En la mayoría se detectaron anomalías que pasarán, de ser el caso, a manos de la Fiscalía General. También se hicieron recomendaciones para el Ministerio.

Reciclados

Las 40 toneladas de material educativo, que se vendieron a recicladoras en 2016, estaban mojadas y en mal estado. Las cajas, según la Contraloría General, estaban fechadas hasta 2011 pero los libros permanecieron en bodegas de Quito e Ibarra en lugar de en aulas de planteles.

Alimentos

Al momento, el Ministerio de Educación también lleva adelante una investigación por el mal uso de porciones de alimentación escolar. En Guayas se encontraron empaques sin utilizar, y dentro del tiempo de validez, botados en quebradas. Aún no existe la determinación de responsabilidades.

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