Navidades electoreras

El que en el Ecuador contemos ahora con 8 binomios para terciar en las elecciones próximas, no es una novedad “tercermundista”. Y es que en la propia Yoni, aunque los dos únicos partidos con posibilidades son el Republicano y el Demócrata, siempre participan, cada 4 años, candidatos de muchos movimientos, incluidos los “verdes” que defienden el medio ambiente, que saben que solamente “jurarán la bandera” en unos comicios en los que a pesar de que un aspirante pueda realmente obtener la mayoría de sufragios, como ocurrió con doña Hillary hace poco tiempo y también con Al Gore, se lleva el triunfo quien tenga a su favor el mayor número de “grandes electores”, como los tuvo Trump. Cosas democráticas en la nación más poderosa del mundo.

La campaña electoral en este país dividido por una línea imaginaria coincide con la temporada decembrina, en que los ecuatorianos están más preocupados en cobrar el “treceavo” para celebrar la llegada de Papá Noel y la quema del “viejo”.

Por eso debe ser que la mayoría de los ciudadanos que, entre muertos y heridos constan en el padrón electoral, aún no deciden por qué binomio van a votar el 19 de febrero. Eso quiere decir que esperan el mes de enero (que es algo así como “el lunes del año”) para ir tomando partido, enfocados más en los nombres de los aspirantes a ser inquilinos de Carondelet que en las ideas o los programas (casi todos coincidentes), y preocupados, sobre todo, por la alternativa del cambio, digamos, seguir con los mismos correístas o sustituirlos por un banquero, un coronel o una dama. Y aunque se hable del neoliberalismo y la partidocracia en términos peyorativos, ya las viejas divisiones que nos clasificaban en izquierdistas, centristas y derechistas parecen algo obsoletas.

La mayoría de los candidatos, que son opositores, por supuesto, todavía no lanzan, al parecer, sus mejores cartas en este juego electorero. Y deben estar dejando para enero, hacer campaña a favor del No en la consulta (alentados por los triunfos de ingleses, colombianos e italianos) o intensificar el “affaire” provocado por los casos de gran corrupción en Petroecuador, lo que puede provocar muy serias lesiones políticas, especialmente en el binomio oficialista.

cazonf@granasa.com.ec