La Natividad: “Demos amor, atencion y buen ejemplo a nuestros hijos”

La Natividad es un valioso regalo de Dios para todas las familias. Hemos preparado en nuestro hogar un humilde pesebre imaginándonos que el Niño Jesús está acostado sobre esas pajas y junto a Él solamente su padre José y su madre la Virgen María porque.... “cuando Dios vino a la tierra, el mundo no se enteró. Hoy viene todos los días y ¿acaso me entero yo?”.

Viene en el llanto del hombre, viene en la risa de un niño, viene a través de mi hermano y no lo hemos conocido. Jesús viene en la nieve y el viento, se quedó en la Eucaristía, nos habla con su palabra y así pasa inadvertido. ¡Qué pena!

Pidamos a la Virgen que nos contagie el gozo y la alegría que sintió al ver nacido a su hijo y también a José que durante su vida estuvo a su servicio y en íntima unión con María su esposa y madre de Jesús.

En esa noche feliz nos desearemos entre los familiares felices pascuas de Navidad. Que las diversiones no nos quiten el verdadero gozo que se lo siente sin necesidad de divertirnos.

La Virgen sintió ese gozo cuando exclama con el Himno El Magnificat: Mi alma proclama la grandeza del Señor y mi espíritu se goza en Dios mi Salvador porque te has fijado en la humildad de tu esclava. Los padres agradecemos el valioso regalo de La Natividad: dando amor, atención y ejemplo a nuestros hijos.

Martha Reclat de Ortiz