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12.000 personas al día pueden morir de hambre por culpa del coronavirus

Según la organización humanitaria Oxfam la COVID-19 "ha añadido combustible al fuego de una ya creciente crisis de hambruna"

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Un hombre vende dulces y pide ayuda en un semáforo en Bogotá, ColombiaEFE

La COVID-19 ha "agudizado" la crisis de hambruna en los países que ya padecen este problema, con nuevos focos emergentes como Brasil, alerta la organización humanitaria Oxfam, que urge a los gobiernos a crear sistemas alimentarios más "sostenibles y justos".

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En un informe divulgado el 9 de julio, Oxfam afirma que la pandemia es "la gota que colma el vaso" para millones de personas que ya afrontan dificultades por el impacto de "conflictos, cambio climático, desigualdad y un sistema alimentario roto" y que ha empobrecido a millones de productores y trabajadores del sector alimentario.

En el documento "El virus del hambre: cómo la COVID-19 está alimentando el hambre en un mundo hambriento", la organización resalta que, en cambio, quienes ocupan posiciones de poder siguen obteniendo beneficios, pese a la crisis.

Indica, en ese sentido, que ocho de las mayores compañías del mundo de alimentos y bebidas asignaron más de 18.000 millones de dólares a sus accionistas desde el pasado enero, a pesar de la propagación del coronavirus.

La organización pide, en concreto, a los gobiernos que construyan sistemas de alimentación "más justos, más resilientes y más sostenibles" y que se promueva la participación y liderazgo de las mujeres en la toma de decisiones 

Esa cifra es "diez veces mayor" que la cantidad solicitada por la ONU en su llamamiento humanitario a los gobiernos para ayudar a los sectores de la población más vulnerables, entre ellos mujeres, trabajadores inmigrantes y desplazados durante la pandemia.

Oxfam cree que la comunidad internacional ha de actuar para contener la propagación de la enfermedad, al tiempo que adopta "medidas urgentes con las que poner fin a esta crisis de hambruna y se construyen sistemas alimentarios más justos, más fuertes y más sostenibles".

En este sentido, le conmina a "coordinar medidas" en la cumbre sobre seguridad alimentaria prevista en Roma para el próximo octubre.

Oxfam considera que la comunidad internacional debe cancelar deuda para que los países con ingresos menores implementen medidas de protección social

En 2019, recuerda, 821 millones de personas padecían lo que se conoce como "inseguridad alimentaria", de las que aproximadamente 149 millones sufrieron una crisis de hambruna o algo peor.

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Ahora, el coronavirus se suma a los impactos derivados de conflictos, creciente desigualdad y una escalada en la crisis climática para "sacudir al ya quebrado sistema global de alimentación", dejando a más millones de personas al borde de la inanición.

El documento recoge datos del Programa Mundial de Alimentos que alertan de que el número de personas que experimentan "hambruna a un nivel de crisis" crecerá hasta los 270 millones antes de que termine el año como resultado de la pandemia, un 2,82 % más que en 2019.

Oxfam recomienda a los gobiernos tomar medidas urgentes para atajar los efectos del cambio climático, como recortar las emisiones, mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados y ayudar a los pequeños productores a adaptarse

Eso implica que entre 6.000 y 12.000 personas podrían fallecer al día por hambre, combinado con los impactos sociales y económicos de la pandemia antes de finales de año, y quizás más personas morirán cada día por la enfermedad.

El informe enumera los diez enclaves del mundo donde existe hambruna extrema y donde la crisis alimentaria está empeorando a causa de la pandemia: el Yemen, República Democrática del Congo, Afganistán, Venezuela, Sahel africano occidental, Etiopía, Sudán, Sudán del Sur, Siria y Haití.

Todos esos países y regiones juntos reúnen al 65 % de personas a nivel global que afrontan "hambruna a un nivel de crisis".