Decepción. El francés Karim Benzema, del Real Madrid, se tapó el rostro ayer.

El modesto Legia de Varsovia hace pasar un mal momento al campeon Real Madrid

El modesto Legia sacó los colores al vigente campeón de Europa, un Real Madrid desconocido que se contagió del gélido ambiente de un encuentro a puerta cerrada, para dejar escapar dos tantos de ventaja y acabar empatando un partido de descontrol en el último suspiro, gracias a un tanto de Mateo Kovacic (3-3).

Todos los condicionantes del encuentro en Varsovia lo convertían en un duelo extraño. Frío, sin público, enorme diferencia de nivel. Mantener la concentración no era sencillo para los jugadores del Real Madrid que por momentos sintieron que jugaban más un partido de entrenamiento que de Champions League y lo acabaron pagando.

El Madrid se puso en ventaja con un golazo tempranero de Gareth Bale. El tanto hizo pensar que se venía una goleada. El francés Karim Benzema aumentó antes del fin de la primera mitad.

En la complementaria, el equipo local reaccionó, se fue con todo al ataque y al punto que no solo empató, sino que también volteó el cotejo. Pero a poco del final, Kovacic anotó y pudo darle respiro al técnico Zinedine Zidane. AGENCIAS