Manabi: drama y fortalezas
Parte de Esmeraldas y casi toda la geografía manabita, fueron epicentro del terrible sismo del pasado abril, con un enjambre de réplicas que alteraron los nervios y rebrotaron las angustias del fatídico suceso. Ambas provincias, históricamente unidas por leyes (1835 y 1897), recibieron masivas migraciones colombianas a fines del siglo XIX, y según el INEC es donde existen mayores niveles de pobreza en el país. Fueron el escenario escogido por Eloy Alfaro para impulsar su lucha patriótica y han sufrido muy duros terremotos, como este último y el de 1942.
La desbordada solidaridad proveniente de todas las latitudes de la patria se explica por las características del manabita de ancestro: hospitalario, laborioso, sencillo. Ese histórico legado que lo emociona al escuchar, cantar o tararear el hermoso poema lírico hecho pasillo: “Tierra hermosa de mis sueños...”, escrito por el formidable bardo oriundo de Rocafuerte, Elías Cedeño Jerves.
Manabí es eminentemente productiva, una especie de granero que contribuye a la subsistencia de los ecuatorianos; su vocación agropecuaria y pesquera así lo testimonian y actualmente incursiona con fuerza en el turismo. El manabita siempre ha sabido “que nadie come gallina con mano ajena”; su axioma de trabajo es: “avancemos que en el camino se arreglan las cargas”, y enfrentará esta dura prueba con su proverbial optimismo y con fe en sus virtualidades. Por eso celebro que organizaciones de su sociedad civil hayan planteado con firmeza a los poderes del Estado que para retomar su vida normal, el manabita necesita créditos preferenciales, posibilidades para reconstruir su vivienda, flexibilidad en el cobro de obligaciones bancarias, SRI, IESS, pago puntual de remuneraciones a los servidores de entidades públicas, que se transfieran prioritariamente las asignaciones de sus organismos seccionales y que se concrete su antigua aspiración: ser zona franca industrial y tener a Esmeraldas como zona de libre comercio. Para ello, los dirigentes de la sociedad civil deben mantenerse vigilantes del cumplimiento de la Ley Solidaria. Sin duda, Manabí vive su drama, pero lo superará con las fortalezas que le son innatas. Muy justo incluir también a Esmeraldas en los beneficios de la mencionada ley.
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