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La maleza consume a dos areas recreativas de La Atarazana

Los moradores se quejan de la acumulación de desechos en el sitio porque, según ellos, los familiares de los pacientes del centro de Salud, llegan al parque a comer y arrojan los desperdicios.

Esta problemática se presenta por más de 30 años, así lo asegura Tania Verduga, moradora del sector.

Maleza, acumulación de desperdicios y daños en las luminarias, son los principales problemas que se evidencian en dos áreas recreativas de la ciudadela La Atarazana, en el norte de la urbe porteña

En el pequeño parque de la manzana F1 y F2, de esta ciudadela, los matorrales llegan hasta medio metro de altura, impidiendo que los niños puedan disfrutar de los juegos infantiles.

Esta problemática se presenta por más de 30 años, así lo asegura Tania Verduga, moradora del sector. “Tengo cuarenta años y siempre se han presentado estos problemas. Hay enfermedades por los mosquitos. Hemos visto que se les da mantenimiento a otros parques de la ciudadela y a este se ha olvidado”, expresa. Cerca del área se ubica el complejo hospitalario Alejandro Mann.

Los moradores se quejan de la acumulación de desechos en el sitio porque, según ellos, los familiares de los pacientes del centro de Salud, llegan al parque a comer y arrojan los desperdicios y que “también vienen a dormir”, comenta Verduga.

Además, 7 de las 9 luminarias del parque lucen apagadas, lo que ha convertido el sitio en un foco delincuencial. Uno de los postes está a punto de caer, lo que también atemoriza a los habitantes.

En la cooperativa 29 de junio de esta misma ciudadela, los matorrales y la falta de alumbrado también afectan al parque de este sector. Para Jorge Plaza, policía del subcircuito 6 de La Atarazana, el mayor problema es la presencia de los recicladores.

“Hemos tenido muchos inconvenientes porque algunos de ellos no vienen a recolectar sino a robar”, concluye.