
MAGIA AMARILLA
Una majestuosa noche se vivió en el estadio Monumental. La piel de los hinchas canarios que abarrotaron el ‘Coloso del Salado’ se erizaba al ver no solo al astro Ronaldinho con la camiseta de Barcelona, sino también al resto de la nómina con la que el Ídolo buscará el cetro 15. Fue estruendosa la ovación cuando ‘Dinho’ saltó al gramado, con las luces apagadas y un reflector apuntándolo, sobre una lona en la que se proyectaba su nutrido palmarés. El mediocampista auriverde fue el último en salir. Antes lo hizo la totalidad de los jugadores, y en el ranking de los más aplaudidos estuvieron Damián Díaz, Ismael Blanco y Matías Oyola. Mientras Ronaldinho agradecía con sus manos a los aficionados, mantenía su sonrisa, observando cómo las luces de los celulares representaba a cada seguidor amarillo que llenó de ilusión el escenario deportivo. Con Díaz y Oyola, el brasileño intercambió los primeros comentarios luego de la presentación. Federico Nieto se unió a la conversación, hasta que no quedó un solo jugador que no posara para la improvisada foto, y en el medio ‘Dinho’. Cerca de nueve minutos el brasileño permaneció en cancha, mientras los juegos pirotécnicos le ponían más colorido a una noche pletórica. Tras una pausa, los amarillos volvieron a saltar al campo y con el ganador del Balón de Oro en el 2005 como titular para el duelo amistoso ante Universidad San Martín de Perú. Antes del minuto ya hubo una combinación entre Ronaldinho y Díaz, una dupla que sueñan ver más tiempo los seguidores del conjunto canario. El ‘Kitu’ marcó el primer tanto tras una falla del golero Steven Rivadeneyra antes de los cinco minutos. El abrazo con el brasileño no faltó. Dos notables pases de cabeza, uno con el pecho, un tiro libre que por poco es gol y filigranas con la pelota ocasionaban los aplausos del público para el campeón mundial en Japón-Corea 2002. El empate de Álvaro Ampuero para el representativo peruano, que hizo que ‘Dinho’ se rasque una ceja, y la transitoria ventaja visitante por medio de Marcos Rivadero, aplacaron un poco los ánimos; pero una doble pared entre el brasileño y el ‘Kitu’, para el gol del empate del argentino, encendió nuevamente el ambiente, que se incrementó en el parte complementaria al mantenerse el brasileño en el campo de juego. Ronaldinho hizo su tradicional ‘elástica’, asustó otra vez con un tiro libre y el meta peruano le impidió festejar un gol al auriverde, que jugó hasta los 77 minutos dejando un recuerdo imborrable en los hinchas en una Noche Amarilla que terminó con un triunfo 4-3 del Ídolo, pero sobre todo con la clase de esta leyenda del fútbol mundial.