Maestros y vacaciones del litoral

Es generalizada la creencia o idea que sostiene que el ciclo de vacaciones del litoral es solo para los estudiantes. Por eso diversas instituciones ofertan alternativas para el momento: cursos, eventos, tareas deportivas, etc. Sin embargo no debiera ser así, porque los verdaderos actores del proceso educativo, en lo humano, social y psicopedagógico son, tanto los alumnos como los maestros. De ahí que no cabe pensar que estas son únicamente para los escolares.

Ya es hora de que se tenga conciencia de que el tiempo de descanso, entretenimiento, disfrute y goce es también para los docentes. En esto no se es equitativo, pues mientras los escolares vacacionan dos meses, los maestros lo hacen solo la mitad de ese ciclo. Para esto se precisa la creación y oferta de distractores y eventos destinados a los profesores.

Es bueno que desde su propio seno exista la preocupación para que en su tiempo vacacional los docentes mejoren en su condición humana, predisposición laboral y estado psicológico.

Lo primero tiene que ver con la necesidad de que ellos se reincorporen, a tiempo completo, a ser padres, hijos, esposos, etc., ya que la labor docente, en algunas ocasiones, los limita y hasta los distrae de estas entregas y afectos humanos. Lo segundo remite a la conveniencia de realizar eventos deportivos, artísticos, musicales entre educadores, para que no sean solo profesores de una escuela sino que constituyan un amplio sector, en el que se pueden encontrar y comunicar con sus diversos colegas. Lo tercero se refiere a la necesidad de realizar encuentros psicopedagógicos de profesores que cualifiquen su preparación. Esto supone reuniones y diálogos sobre su actividad con otros maestros. Por ejemplo, los de matemáticas con sus similares, y de igual manera los de estudios sociales, lenguaje, etc.

Esta no es una tarea gubernamental. En otros países lo asumen sus agrupaciones. Por eso es importante que los profesores, que respalden o no a un gobierno luchen por mejoras salariales y también en el plano psicopedagógico. Esto demanda que el sector sea su propio eje de promoción psicosocial, científica, cultural, deportiva y artística. Ojalá los maestros del litoral analicen esto y emprendan acciones que imiten creativamente lo que hacen los gremios de otras naciones, como Chile, Argentina y Costa Rica. Esto optimizará la condición del docente.