El ‘horror’ inexcusable

Figuras legales perversas como el ‘error inexcusable’ en el Ecuador colgaron una espada de Damocles sobre la cabeza de los jueces independientes.

El partido de la ‘revolución ciudadana’ metió su garra bajo las togas, como títeres, para perseguir a los opositores y proteger a sus partidarios supuestamente corruptos.

Son incontables las atrocidades cometidas por el Consejo de la Judicatura y el Ministerio de Justicia.

Señor Director, el ‘horror’ es inexcusable. Durante diez años, la dama ciega de la justicia fue secuestrada, violada y prostituida al mejor postor.

Paul Tapia G.