“Hay productos que están fuera de circulación en el mundo, pero Ecuador se sigue convirtiendo en el basurero del planeta al consumir estas materias primas peligrosas”, dice Asatiani Véliz, presidente del Colegio de Ingenieros Químicos del Ecuador. Lo más grave es que algunas se usan en alimentos.

Este profesional, quien además tiene maestrías en las ingenierías sanitaria, ambiental y química, pide a las autoridades reforzar los controles y al consumidor que sea más responsable con lo que compra y dónde.

- ¿Qué le preocupa más sobre los productos tóxicos?

- Aquí vendemos hasta productos alimenticios con sustancias prohibidas, que es lo más grave, por ejemplo, las esencias de vainilla que se usan para los helados, para los jugos. Hay un producto que a la larga causa infartos que es la vainillina mezclada con la hidroxi-cumarina. Recuerde que el Racumín, el Klerat (raticidas) tienen un anticoagulante sanguíneo que se llama hidroxi-cumarina. Hay gente que todavía usa la cumarina como fijador del sabor y nadie controla eso. También tenemos salsas de tomate, salsas chinas y otras que contienen preservantes que están fuera de la normativa de control de salud pública.

- Es lo que pasa con el triclosán que se usa en productos de higiene personal...

- A pesar de que no está demostrado científicamente su daño al humano, la FDA lo restringió por considerar que afecta al tejido celular vivo. En cuanto a los insecticidas, encontramos el Dicloro Difenil Tricloroetano (DDT), restringido en la llamada ‘Docena sucia’, de Estocolmo, un convenio de 2001, donde los países, incluso Ecuador, se comprometieron a dejar de producirlos por sus afectaciones a la salud, pero vemos que todavía se usan en insecticidas para uso doméstico.

- ¿Tomamos las precauciones para manipular los productos considerados tóxicos?

- Muchas veces no porque cuando usamos un insecticida y lo aplicamos queda un efecto residual en el ambiente, propio para que el insecto sea eliminado. Estos productos son bioacumulables, quiere decir que se acumulan en el organismo vivo y, con el tiempo, producen efectos a la salud. Hay que ventilar al lugar luego de aplicarlo.

- ¿Las etiquetas contienen la suficiente información sobre los riesgos de los productos?

- La normativa de seguridad y salud pública exige colocar en la etiqueta el principio activo para que el consumidor sepa con lo que está tratando y las recomendaciones para el uso. Hay algunas empresas transnacionales que sí se ajustan a esa normativa, pero hay muchas en el mercado que no lo hacen, sino que venden productos libremente sin ningún registro sanitario, peor con una etiqueta.