Encuentro. En presencia de Lenín Moreno, el presidente Rafael Correa firmó ayer el proyecto de ley para que el proceso de transición quede institucionalizado. Fue enviado a la Asamblea.

Lenin Moreno toma contacto

El Gobierno entrante y el saliente empezaron ayer, oficialmente, el intercambio de la información del estado del país. Quieren que el proceso de transición sea una ley.

La misma ruta, pero con estilos diferentes. El Gobierno entrante y el saliente empezaron ayer, oficialmente, el intercambio de la información del estado del país. Quieren que el proceso de transición sea una ley.

El esperado encuentro fue en el Palacio de Carondelet. Allí primó un ambiente de camaradería entre el equipo de transición del presidente electo, Lenín Moreno, y el actual primer mandatario, Rafael Correa. Son personas que, en muchos casos, han trabajado juntos como funcionarios de la autodenominada revolución ciudadana. Pero entre los dos líderes de Alianza PAIS hubo pocas sonrisas.

“Quiero decirles que si hubiera ganado la oposición tendríamos, exactamente, el mismo evento. Tal vez no con la misma simpatía, el mismo cariño, ni con la misma esperanza, pero sí con la misma responsabilidad, información y transparencia”, reconoció Correa.

El proceso de transición que está en marcha contó con el asesoramiento de un técnico canadiense proporcionado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De ahí salieron tres libros que fueron entregados este viernes a los colaboradores de Moreno.

El primer documento es el de Gobierno, que resume los diez años de Correa en el poder, planificación, presupuesto e institucionalidad. El segundo habla del trabajo de las cuatro secretarías nacionales. El último es el libro de la presidencia, que resume lo referente al entorno presidencial.

Moreno ayer conoció, por ejemplo, que en la actualidad la Función Ejecutiva tiene a su cargo 135 entidades. Accedió a un mapeo de las obras de infraestructura que se han desarrollado en esta década.

También recibió una lista de las posibles acciones que deberá tomar en los cien primeros días de mandato, si quiere dar continuidad a las obras que se ejecutan actualmente.

Sandra Naranjo, secretaria de Planificación y que lidera el equipo de transición de Correa, explicó que, por ejemplo, para los centros de salud que se van a terminar en el segundo semestre hay que comprar equipos. “Todas esas alertas están levantadas”, aseguró.

Correa ofreció que en los 25 días que le quedan de gobierno va a tratar de resolver la mayor cantidad de problemas que están pendientes. “Esto (los tres libros) es información pero, cuidado, no significa que los problemas están solucionados”, dijo.

El siguiente paso es que los colaboradores de Moreno revisen la información que contienen los libros y los CD con la ampliación de estos datos. Si es necesario, se reunirán los dos equipos o los ministros de las áreas en las que existan inquietudes.

“Esta transición ordenada es importante. Se nos ha marcado una hoja de ruta que, sustancialmente, no va a cambiar. Pero claro, en más de una ocasión hemos manifestado que es importante que el estilo cambie. Hay estilos para cada momento de la historia y son las circunstancias las que determinan ese estilo”, manifestó Moreno.

Al final, el presidente electo recorrió, junto con su equipo de trabajo, los pasillos del Palacio de Gobierno, como quien reconoce la que será su casa en los próximos cuatro años.