Alfredo Palacios, expresidente de Ecuador, cree que la decisión de eliminar el subsidio a los combustibles es estructural.

“El presidente Moreno debe ser responsable y llamar a la tregua”

El expresidente de la República, Alfredo Palacio, conversó con EXPRESO sobre los retos que enfrenta el actual mandatario, Lenín Moreno.

Ser presidente de la República del Ecuador es sinónimo de enfrentar protestas y reclamos del sector indígena. Todos, en mayor o menor medida, han tenido que lidiar con levantamientos que en algunos casos han derrocado autoridades. Las voces de la experiencia, en momentos donde hay reclamos por varios frentes, pueden ser útiles.

El expresidente de la República, Alfredo Palacio, lidió con protestas e incluso llegó hasta el sillón de Carondelet tras el derrocamiento de Lucio Gutiérrez. Él conversó con EXPRESO sobre los retos que enfrenta el actual mandatario, Lenín Moreno. Cree que todo gobernante llega a un punto donde se debe buscar una tregua temporal por el bien de todos los ecuatorianos.

- ¿La decisión gubernamental, anunciada el 1 de octubre, de eliminar el subsidio y liberar el precio del diésel y a la gasolina extra fue responsable? Así lo afirman las autoridades...

- Sí. Es una decisión estructural, necesaria por la situación que atraviesa el Gobierno en sus finanzas. Pero, creo que se está olvidando de cobrar en otras partes. Según los estimados, lo que el presidente va a sacar con esta medida no será suficiente para cubrir el déficit presupuestario anual que existe. Por otra parte creo, además, que si se toman medidas como esta se deben buscar de inmediato medidas complementarias que disminuyan el efecto negativo. No se puede perjudicar directamente al transporte, por ejemplo, sin pensar que existirían consecuencias. Sin embargo, creo que en este punto ese tema no es el más importante.

- Lo importante es frenar las manifestaciones...

- En este punto lo importante va más allá de las medidas económicas determinadas por el Gobierno. En estos instantes el presidente de la República debe asumir la enorme responsabilidad de ser ejemplar. Debe dar el ejemplo de la paz y convocar a una tregua. Una tregua incondicional para solucionar el problema. No una tregua indeterminada o indefinida. Debe ser una tregua temporal.

- ¿Cómo debería funcionar dicha tregua?

- Por una semana. En una semana deben conformarse comisiones de reconciliación nacional para poder entendernos y alcanzar resultados de forma rápida. Necesitamos una semana de paz para demostrar que sí podemos entendernos de una manera civilizada. Demando del Gobierno nacional una tregua. Demando la paz.

- ¿Ese fue el error del Gobierno? ¿No comunicar las medidas a los sectores?

- Tenía que complementarse con otras medidas que compensen el impacto. Pero el día de hoy, el presidente de la República tiene que ser responsable y transparente. Mi pedido es que dé el ejemplo y que convoque a la tregua nacional. 24 horas después del llamado a tregua se deben armar los equipos de conversación y solo entonces se podrán establecer las medidas complementarias que se necesitan. Pero eso solo se logrará en otro clima. En otro ambiente social.

- ¿Qué características debería tener la tregua? ¿Debería suspenderse, incluso, el proyecto de ley que contiene incentivos tributarios y cambios laborales?

- Debería suspenderse todo. La tregua significa parar todo por una semana para hablar. No se puede alcanzar una paz para conversar si hay motivos de malestar en el aire.

- Usted pide un ejemplo del presidente Lenín Moreno; pero, ¿los dirigentes sociales acudirán a un llamado de tregua gubernamental?

- Estoy seguro que media hora después de la tregua convocada por el primer mandatario, los sectores indígenas se percatarán de la generosidad del primer mandatario y van a deponer actitudes. Ahí designarán sus delegados y se puede permitir también la intervención de otros actores ajenos al Gobierno y a los manifestantes. Puede ser la Iglesia católica y las universidades, la academia. El diálogo solo entonces podrá fluir y llegar a lo que usted y yo queremos: un ambiente de paz.

- ¿Comparte la postura del Municipio de Guayaquil y el llamado de sus autoridades? ¿El alcalde de Quito, Jorge Yunda, no ha tenido un rol protagónico?

- He visto que en Quito sí hay alguna expresión de llamado a la calma. Incluso se conformó una junta cívica. Eso es positivo y da cuenta de interés. La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, estaba obligada a pronunciarse ante los sucesos de las últimas semanas. No podía ser de otra manera.

- ¿Estrategias como mover el Gobierno a Guayaquil fueron atinadas? Mantener de esa forma firme la decisión de eliminar el subsidio a ciertos combustibles...

- Yo soy guayaquileño pero en este momento hablo de parte de toda la Patria y no solo de una ciudad. Yo no habría tomado esa decisión. No habría dejado Carondelet.

- ¿Se demostró temor?

- No sé cuál fue la motivación. Cualquiera que sea ese motivo da lugar a especulaciones y suspicacias. Quizás haya motivaciones que usted y yo desconocemos. Pero yo no habría dejado el palacio.

FRASE

[Eliminar el subsidio a la gasolina extra y al diésel] es una decisión estructural, necesaria para el país por la situación que atraviesa el Gobierno en sus finanzas.