“La madurez politica para demostrar como asistir al pueblo”
M uchas manos dañan la sopa, aforismo colombiano. 60 líderes entran por ahora en escena proponiendo convergencia nacional. Seguro se aglutinarán algunos más ya que en nuestro Ecuador proliferan ‘líderes’. Ese distintivo está otorgándosele a quienes convocan a tal o cual marcha o actos políticos, aunque estos no cuenten con mayor participación ciudadana ni tengan relevancia nacional.
En toda convergencia existe un eje, punto esencial que se intercala con las bases y que en democracia son los que proponen y ejecutan las acciones a implementarse de acuerdo a las necesidades en el ámbito macroeconómico, político, social e internacional.
Primer escollo de la convergencia. Es convencerse de que necesitan tener un líder mayor que amalgame y condense las ideas; llevar a la práctica las resoluciones que estén en concordancia con los fundamentos ideológicos de cada partido político y que están obligados a cumplirlos.
Es madurez política el demostrar de qué manera o con qué proyectos van a asistir al pueblo, en lo que por derecho debió haber obtenido desde el comienzo de la República. Como impulso de campaña, los convergentes dicen que cuando alcancen el triunfo van a derogar las enmiendas (15). Lo creíble y positivo es que presenten leyes alternas a estas y que las superen en conocimientos, alcances y libertades.