“Impuesto a la corrupcion”

El impuesto a la plusvalía (‘ganancia extraordinaria en inmuebles’) es un ‘mamotreto neocomunista’ que merece ir al tacho. Esta exacción confiscatoria es, nada más, que otra ventosa rentista de los buenos vividores del fisco.

La construcción está por los suelos desde que este atentado contra el derecho de propiedad se hizo ley. Da risa escuchar que ‘detiene la especulación inmobiliaria’.

Señor Director, mejor pongan impuesto a las ‘ganancias extraordinarias por la transferencia de coimas diferidas, sobornos de buena fe, acuerdos entre privados y peculado emblemático’.

Paul Tapia Goya