“Hay profesionales buenos, malos y mediocres; y estos, son los peores”

En todas las profesiones existen buenos profesionales, malos profesionales y profesionales mediocres. Los buenos profesionales hacen honor a sus conocimientos, los manejan de manera honesta y los aplican para obtener los mejor en beneficio propio y de la comunidad. Los malos profesionales se limitan a vegetar.

Pero el verdadero peligro son los mediocres. Esos son los que causan daño con decisiones equivocadas, y lo que es peor, se jactan de sus “conocimientos” y exhiben con impudicia sus errores, como si de logros se tratara. Cuando estos profesionales son economistas, y, acceden al poder, se transforman en una plaga que arrasa con todo, y, luego se pavonean mostrando desplegadas las plumas de sus “habilidades”.

Lo peor es cuando ellos mismos no entienden lo que hacen, y luego buscan justificaciones para aparentar aciertos en los errores. Cambiaron el concepto de deuda en un afán de disfrazar sus tropiezos profesionales, y lo hicieron en grupo. Todos a coro, por ejemplo negaron el concepto más elemental de contabilidad: lo que se debe pagar se llama deuda. No importa a quién se deba, es deuda, señores “economistas”, y eso hay que honrarlo, no distorsionarlo para exhibir una máscara de “eficacia administrativa”, para poder endeudarse más.

Rechacemos a los mediocres, mostremos nuestra inconformidad con sus manejos tramposos.

Ing. José Jalil Haas