Pablo Repetto es consecuente con su discurso de siempre. El entrenador de Independiente del Valle maneja la misma línea en las derrotas y en los triunfos. Para él, el fútbol es tan impredecible que los pequeños detalles son capaces de cambiar toda una historia.

En esta Copa Libertadores, Independiente del Valle ha contado con esa dosis de suerte que es necesaria en todo momento, asegura. Pero “la suerte también se entrena”, agrega.

Él recuerda el penal que falló Guaraní en el último minuto del repechaje y que valió la clasificación a la fase de grupos. También, los tres remates en el poste que estrellaron los delanteros de Colo Colo en la última fecha de la fase de grupos y que le permitieron meterse en octavos de final. Asimismo, los remates en el poste y las grandes intervenciones de Librado Azcona en la revancha contra River Plate.

Pero la gran campaña del club no se resume allí. El orden táctico y la efectividad de los delanteros se suman a las cualidades de uno de los ocho mejores clubes del continente.

“Esos detalles cambian las historias de los partidos. Ahora están de nuestro lado, pero en años anteriores, en el campeonato nacional principalmente, esos detalles iban en nuestra contra: el balón pegaba en el palo y nos hacían el gol, o en nuestros ataques daban en el palo y no entraba”, indica.

El técnico uruguayo añade que por esas circunstancias del juego, Independiente del Valle se quedó con las manos vacías en años anteriores en el torneo local. “Nos decían que en la recta final de los campeonatos no teníamos personalidad y otra cantidad de cosas. Pero, es la misma actitud de ahora, el equipo se ha manejado igual y seguirá igual”, concluye.