El ejemplo de Eugenio Espejo de publicar el Periódico Primicias de la Cultura de Quito, el 5 de enero de 1792, fue seguido 29 años después cuando circuló El Patriota de Guayaquil, el 26 de mayo de 1821; pues la imprenta de la urbe había sido instalada por el único tipógrafo y regente Manuel Ignacio Murillo.

El 21 de mayo de 1821 en la primera hoja impresa en Guayaquil se anunció la aparición de este periódico por intermedio del prospecto, que ostentaba el epígrafe: “En los Estados libres la escritura debe gozar de la justa y natural libertad que en sí tienen los dones celestes del pensamiento y la palabra”.

Desde entonces, afirmamos que este epígrafe nos ha servido de faro luminoso para defender la libertad de expresión, a pesar de que gobiernos dictatoriales o seudodemocráticos ordenaron clausuras, carcelazos, como el de Velasco Ibarra en 1953 a los periodistas del diario guayaquileño La Nación: Francisco Huerta Rendón y su hermano David, Martín Arellano, Simón Cañarte y Justino Cornejo por luchar por la libertad y la justicia; enjuiciamientos penales como el de Rafael Correa a El Universo y sanciones a los medios de comunicación.

La lucha por la libertad de expresión ha sido incesante hasta conseguir que el presidente Moreno acepte reformar la ley mordaza de comunicación, con la que tanto daño se causó.

Lic. César Burgos Flor