“Estoy dispuesto a conversar con todos los ecuatorianos de buena fe, de manera pública, previa agenda y orientados a llegar a acuerdos públicos. No creo en el diálogo de la foto”.

Lasso: “Moreno tiene que escoger: Jorge Glas o lucha anticorrupcion”

Guillermo Lasso conversó con EXPRESO para anunciar el divorcio político de una alianza. Gran parte de su equipo lo había advertido: que CREO-SUMA, más tarde que temprano sería CREO y SUMA. Llegó el día.

Primeras declaraciones desde su tiempo de retiro. ¿Son de un excandidato o un precandidato?

- Son de Guillermo Lasso, un ciudadano que tiene derecho a un futuro electoral.

- Ese derecho no se le ha vetado...

- Bueno. Se intenta hacerlo con una ley contra Lasso, la ley llamada de paraísos fiscales que aprobaron en la Asamblea. Y que es una ley que no recoge el espíritu de la consulta popular, que pretendía una lucha contra la corrupción. El propósito de esta ley es conculcar mis derechos. PAIS pretende asesinarme políticamente por tener una inversión en el exterior.

- Dijo usted en campaña que respetaría el resultado de la consulta. Es más, dijo que era presidente y ganaba el sí, cumpliría con la ley...

- No soy el presidente del Ecuador. Porque el fraude lo impidió.

- Pero es un camino posible: que usted cumpla con la ley...

- El espíritu de la consulta popular es la lucha contra la corrupción, no limitar los derechos de un ciudadano, que utiliza sus dineros bien habidos, luego de pagar impuestos, en lo que crea conveniente.

- Esta ley se aprueba con los votos de SUMA. ¿Por qué un voto logra que “la alianza haya perdido sentido”?

- Porque una alianza se debe basar en principios. La alianza es un medio para que esos principios lleguen a realizarse. Pero si juntos en campaña luchamos por el no en la consulta, no es coherente que se vote luego por una ley que no va en el mismo sentido. Insisto: la consulta era para los corruptos, los que no pueden explicar de dónde sacaron el dinero, los que usan sus influencias políticas para que sus parientes se enriquezcan.

- Un día antes de la votación usted difundió un comunicado que fijaba la postura del bloque. ¿Fue consensuado, debatido?

- Fue un comunicado que mantenía coherencia con lo que habíamos acordado. En política hay que actuar frontalmente, no con apariencias ni poses políticas. En ese caso yo practico una política diferente.

- ¿Una política diferente es declarar muerta la alianza?

- Sí. Porque no se respetaron los principios con los que se fundó la alianza.

- ¿Ha tenido conversaciones con SUMA?

- Ninguna. Ni antes, durante ni después de la votación. Así que tengo derecho a tomar una decisión frontal.

- Héctor Yépez, de SUMA, aseguró que sería penoso que una alianza se rompa por una votación distinta...

- A ver.

- ... Sería muy penoso, dice Yépez, “que nos convirtamos en Alianza PAIS”. ¿Se está convirtiendo usted en un caudillo correísta?

- (Sonríe y niega). En lo absoluto. Porque yo estoy defendiendo principios. Insisto: este proyecto de ley está hecho contra un ciudadano honesto.

- ¿Está usted solo? Todos los demás bloques del Parlamento votaron a favor...

- Eso no los convierte en enemigos políticos. Yo respeto las decisiones de todos los demás bloques legislativos. Pero una cosa es la decisión de una bancada independiente y otra, la de un aliado.

- ¿Qué viene ahora?

- La necesidad de hablarle a los ecuatorianos sobre la crisis económica que vive el país, la falta de empleo y la falta de cambios de fondo. Creo que está bien reconocer que ha habido decisiones que cambiaron un estilo confrontativo, eso está bien. Pero no ha habido cambios de fondo.

- Van 44 días...

- En ese tiempo usted pudo haber enviado un proyecto para derogar la Ley de Comunicación.

- No lo hace aún el oficialismo, pero tampoco la oposición...

- Usted podía haber firmado la declaración de Chapultepec para proteger la libertad de expresión, usted podía haber indultado a 200 perseguidos políticos y no hacerlo a cuenta gotas, usted podía haber tomado decisiones económicas para reestructurar la deuda y construir un modelo sostenible.

- ¿Está dispuesto a conversar con Lenín Moreno?

- Estoy dispuesto a conversar con todos los ecuatorianos de buena fe, de manera pública, previa agenda y orientados a llegar a acuerdos públicos. Yo no estoy de acuerdo con diálogos de foto. Soy frontal: participaré en un diálogo cuando sea necesario, pero en temas de fondo.

- “Ecuatorianos de buena fe”. ¿Incluye a Lenín Moreno?

- Incluye a los 16 millones de ecuatorianos.

- ¿Qué le urge a su partido?

- Restaurar la democracia. Y creo que el primer paso será derogar la ley de comunicación e incluirá la obligación de vender los medios incautados.

- Una derogatoria no tiene esperanzas de pasar en el Pleno...

- Nuestra obligación es ser coherente a los principios. No creemos en una reforma porque la libertad de expresión no es a medias: hay o no hay.

- ¿Cae en el radicalismo?

- No. En la coherencia. No puedo sostener la derogatoria en campaña y ahora acomodarme con una reforma.

- Pero hay oportunidad, con una reforma, de una solución consensuada. ¿Por qué negarse?

- Porque uno tiene que ir, si es que existiese la voluntad de un consenso, partiendo de una postura. Nuestro punto de partida es la derogatoria.

- A la agenda la domina la corrupción. ¿Por dónde empieza?

- Por la lista de Odebrecht, por asegurarse que el nuevo contralor sea un ciudadano verdaderamente comprometido con la lucha anticorrupción, por investigarse más allá de Odebrecht: los casos que ha revelado la prensa.

- ¿Le parece un gesto importante que se levante el sigilo en el caso de Ricardo Rivera?

- No es un gesto importante. Nunca debió estar bajo sigilo. Es una respuesta a la presión de la opinión pública: ¿Cuál es el privilegio de este señor, ser tío del vicepresidente? En un país donde impera la democracia, obviamente la Asamblea Nacional no estaría perdiendo el tiempo con calificar juicios políticos, ya habría destituído al funcionario.

- ¿Cree que Moreno protege a Jorge Glas?

- Creo que Moreno tiene la obligación de proteger la decencia nacional. Y tiene que asumir posiciones. Y responder ante el país. Y decirnos si respalda a Jorge Glas o la lucha anticorrupción. Tiene que escoger. Y pedirle a Glas que se retire porque le hace daño al Gobierno.

- ¿Después de esto vuelve a los cuarteles de invierno?

- No sé si a los cuarteles de invierno. Pero quienes contamos con la confianza, por lo menos de la mitad de ecuatorianos, tenemos que advertirle al país que no hay cambios de fondo, que la crisis avanza y no hay ninguna.