
Killa, un filme que muestra la realidad indigena actual
La plurinacionalidad, según la trama, está quedando en letra muerta. El filme se desarrolla en lengua nativa y por ahora está subtitulado en español e inglés.
Killa es una producción cinematográfica que nace de la realidad que viven las comunidades indígenas del altiplano y de la Amazonía. Es una visión de los acontecimientos desde el punto de vista de los afectados. Está dirigida por Alberto Muenala y con un elenco de actores en su mayoría nacidos en Peguche, provincia de Imbabura.
Indígenas del sector aceptaron trabajar en el filme, tratando de dar a conocer lo que pasa en su comunidad y autentificarlo con su presencia. Los improvisados actores se prepararon a cabalidad para ofrecer una obra de calidad y que cumpla con su objetivo de visibilizar la realidad en las comunidades.
Curanderos, comerciantes, artesanos, mujeres bordadoras son, entre otros, los actores.
La película se desarrolla basándose en la realidad que viven los pobladores del altiplano: la discriminación; la extracción de minería y el petróleo que prevalecen por sobre la afectación que cause para los pueblos circundantes, y la no consulta a la población. “El Estado, de alguna manera, subasta estos territorios a compañías extranjeras”, dice el director.
La trama narra la historia que se genera tras unas fotografías y una noticia dada en el momento inadecuado; son los detonantes de una historia de amor, racismo y persecución entre una periodista (Alicia) y un fotógrafo kichwa (Sayri).
Un dirigente indígena asume la defensa de una comunidad contra una minera transnacional; esta determinación lo lleva a un enfrentamiento personal con un alto funcionario del gobierno, un personaje corrupto y servicial.
Esto repercute en la vida de Alicia y Sayri; la posición del funcionario y la del dirigente indígena muestra dos concepciones distintas de asumir la vida, el uno en defensa de sus intereses económicos y el otro intentando proteger a la naturaleza, que fue siempre su hábitat, que necesitan se mantenga pura y libre de lo que representa la extracción mineral con sus insumos tóxicos y demás peligros para el ambiente.
“La obra nace como una forma de enfrentar esta realidad a través de la ficción de un guion cinematográfico en donde se cuestiona esta realidad y también el racismo que se vive en el país. Hay muchos elementos que componen la historia, que es importante presentar a través de las imágenes, pues revelan algo más de lo que ya se conoce de los indígenas. Generalmente la televisión ha dado una mala interpretación al sentimiento de los habitantes andinos, esta es una propuesta que refleja el verdadero sentimiento en las comunas”, concluye Muenala.
Después del 2008, en que se reconoce constitucionalmente al país como plurinacional, esto ha quedado en letra muerta, en realidad hasta el momento se ejerce ese reconocimiento, no se respeta la pluriculturalidad de que está conformado el país. Esa es la idea central que se desprende de la trama del filme. (F)