La juventud clandestina
L a semana pasada, los moradores de la ciudadela Colinas de La Alborada de la urbe porteña se alarmaron por la bulla y escándalo que provenían de una casa del sector por lo que llamaron a la policía. Pero, resulta que cuando llegaron al lugar de los hechos descubrieron que no se trataba de alguna disputa conyugal entre marido y mujer, sino de una “reunión” clandestina protagonizada por estudiantes de diferentes planteles secundarios quienes parecía que estaban “representando” a sus colegios (porque varones y damas andaban incluso uniformados) en una competencia por ganar la “medalla de oro” al que consumía la mayor cantidad de marihuana y bebidas alcohólicas.