Alternativas. Los jóvenes diseñadores han encontrado un nicho que buscan explotar al máximo. Elaboran ropa para personas con sobrepeso, delgados y adultos mayores

Los jovenes modistos de tallas especiales

A ese pequeño nicho apuntaron los socios Eder Cañarte y Glenda Nugra. Luego de tres años dedicándose a la fabricación textil, en el 2016 decidieron concretar el proyecto.

Son personas adultas, pero cada vez que se acercan a un almacén para ubicar ropa de su talla, una guayabera o un saco formal, lo que encuentran son overoles, camisetas y pantalones cortos, con figuras infantiles (Cars, Mickey Mouse y Spiderman) y colores llamativos.

Por lo común son personas que no llegan a medir más de los 147 centímetros. Es una población muy reducida en el país. Asciende a unos 6.000.

Se los identifica popularmente como enanos, sin embargo, el gremio que los agrupa recurre a otro tipo de denominación, por ello esta se llama la Asociación Ecuatoriana de Personas de Talla Baja.

A ese pequeño nicho apuntaron los socios Eder Cañarte y Glenda Nugra. Luego de tres años dedicándose a la fabricación textil, en el 2016 decidieron concretar el proyecto para la sustentación de la tesis de la carrera de Diseño de Moda en el Instituto Tecnológico Sudamericano, como lo es ropa personalizada bajo la marca Knela.

“Es un mercado que no ha sido explotado, pero en realidad apuntamos hacia lo social, porque tratamos de romper la barrera de la discriminación”, remarca Cañarte.

Vicente Romero, de profesión actor, es una de las personas con enanismo o acondroplasia, que es el trastorno del crecimiento de los huesos.

Romero mide 115 centímetros y es talla 12, es decir, de un menor de 7 años. A los pantalones le ha tocado coger las bastas y usar camisetas con estampados infantiles. “Pero lo complicado es conseguir ternos de mi talla, por lo ancho de mis caderas y hombros”, indica.

Otros grupos de clientes de Cañarte y Nugra son las personas con sobrepeso y obesas, quienes de acuerdo a un informe del 2014 de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), ocupan el 62.8 %.

Pese a la alta cifra, estas personas tienen pocas opciones para conseguir ropa de su talla en el mercado local.

Es el caso del empresario colombiano, Mauricio Vásquez, quien dice que en el país no encuentra ropa para su talla, que es XXXL en camisa y 54 en pantalón. “Algo encuentro en Colombia, aunque obligadamente tenía que comprar en Estados Unidos”, comenta.

Nos revela una anécdota que le ocurrió hace dos años, durante su consagración a la fe católica. Tenía que buscar un traje para la ocasión.

“Me consiguieron la ropa en Colombia, pero igual me quedaba apretada, por lo que apenas podía respirar durante la ceremonia”, recuerda Vásquez.

Para evitar situaciones como la mencionada, los diseñadores estudian cada detalle del cliente, como contextura y gustos.

Primero toman las medidas para preparar el patrón, con el que cortarán la tela para la posterior confección. “Al cliente lo asesoramos en su imagen, explicándole qué le conviene vestir o no”, añade Nugra.

La ropa en tela estampada se elaboran en una semana; las de yin, en un mes.