No es muy expresivo durante el juego. De hecho, es un hombre calmado, que camufla las emociones como si estuviera en una final de póker. Sin embargo, el 2 de noviembre pasado, cuando entró la octava carrera en la décima entrada, en el último partido de la Serie Mundial, ese temperamento se esfumó. Joe Maddon, mánager de los Cachorros de Chicago, perdió los estribos y dejó salir toda su efusividad: 108 años después su equipo se proclamaba campeón absoluto.

Hoy, Maddon está tranquilo. Ratificado en el cargo, el entrenador, de 62 años, hace una retrospectiva y mira la escena con júbilo, pero calmado. El bullicio por el título se ha ido y es hora del balance.

Este año fue la segunda Serie Mundial como mánager para el dirigente de los Cachorros. El primer grupo que lo llevó a una postemporada fueron los Rays del 2008, otro equipo bastante joven.

Ahora, con dos clasificaciones seguidas, Maddon ve una ventaja en Chicago que jamás tuvo en Tampa Bay: los recursos económicos para seguir con este grupo de jóvenes por mucho tiempo más.

Los Cachorros implantaron una marca en el juego dos de esta Serie Mundial al alinear a seis jugadores con menos de 25 años de edad. “Todos son jóvenes y estoy orgulloso de ellos. Para el futuro, quiero creer en la habilidad de mantener este núcleo y luego aumentarlo. Creo que podría ser algo bastante especial”, indicó Maddon, quien lleva dos años en los Cubs y seguirá haciendo historia.