No hay quiebra pero sí una situación casi insostenible. El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) pasa por una situación “compleja” fruto de las decisiones perjudiciales del Gobierno de Rafael Correa. La buena noticia, según las autoridades actuales, es que se buscan mecanismos de solución. La mala es que ninguno se aplicará este año.

Manolo Rodas, presidente del directorio del IESS, dijo que la restitución del 40 % del aporte estatal a las pensiones jubilares, ordenada por la Corte Constitucional, se aplicará desde 2019. Es decir, los 3.500 millones de dólares que el Gobierno no entregó, desde 2015 por orden de Correa, se perdieron y no llegarán a las arcas de la seguridad social.

Lo mismo pasa con los cerca de 63 millones de dólares que el IESS recibió de las empresas privadas por el techo de las utilidades. La entidad no devolverá el dinero a las empresas.

En conversación con los medios de comunicación, ayer, Rodas dijo que tampoco se cobrará, durante este año, la deuda de casi 2.900 millones de dólares que tiene el Estado y que la administración de

Richard Espinosa borró temporalmente. Recién en 2019, dijo, se establecerá una forma de pago de unos 1.500 millones de dólares. El resto de la deuda aún está en discusión entre el IESS y el Ministerio de Finanzas.

El 2018 tampoco será el año para cambios en el sistema de seguridad social. Pese a que los estudios actuariales, recientemente liberados, recomiendan elevar la edad de jubilación, incrementar el monto del aporte de los afiliados y hasta revisar los beneficios de los asegurados, Rodas dijo que hará nuevos estudios porque los publicados fueron redactados entre 2013 y 2015.

Lo que sí adelantó es que acelerará el proceso para publicar dos nuevos informes actuariales. El primero, sobre el fondo de Salud y su sostenibilidad, estará listo hasta finales de junio. El de pensiones, en cambio, concluirá a finales de año.

El gasto baja $ 400 millones

El IESS pondrá en marcha, este año, un plan de recorte del gasto administrativo en la entidad. La meta, ambiciosa según Manolo Rodas, es bajar unos 400 millones de dólares de los egresos.

El presidente del directorio del Seguro Social adelantó que ese recorte no pondrá en riesgo la atención médica de los afiliados. La reducción se reflejará en gastos corrientes internos.

Lo que sí involucrará a los afiliados es la revisión de los servicios brindados. Según explicó Rodas, es posible mejorar la utilización de instalaciones del IESS para evitar que los pacientes sean enviados a centros médicos privados. Eso ahorraría recursos porque no se pagaría a prestadores de salud privados.

Rodas aclaró que los cobros y pendientes con el Estado serán cobrados tomando en cuenta la situación del país.