Cambios. La renovación de la plantilla es uno de los puntos que más resalta en el trabajo del entrenador argentino, Jorge Célico, en la Tricolor. El grupo de jóvenes, además, respondió a la exigencia internacional en todos los amistosos.

Las herencias que dejara Jorge Celico

El entrenador argentino aprovechó el encargo para dar experiencia internacional a los más jóvenes y para cambiar la imagen de la Tri.

Jorge Célico dejará la selección nacional renovada en varias aristas. El entrenador argentino inicia la recta final de su encargo con el objetivo de consolidar lo conseguido en las pasadas fechas FIFA.

Cuando él asumió a la Tricolor absoluta había un ambiente complicado. La eliminación de la Copa América y las denuncias por indisciplina en la concentración eran los temas más recurrentes.

Además, existía un rechazo hacia el seleccionador Hernán Darío Gómez, no solo por el estilo de juego de Ecuador, sino por sus declaraciones. Se vivía un conflicto diario.

Célico, en cambio, tenía la credibilidad al máximo porque llegaba al país tras conseguir la medalla de bronce en el Mundial Sub-20 de Polonia.

Así, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) decidió rescindir el contrato con Gómez y encargar el equipo al estratega albiceleste, mientras se analizaban nuevas carpetas.

Célico, quien en ese momento todavía no firmaba la renovación de su contrato con la FEF, aceptó el reto con una sola condición: independencia.

Así, él empezó a formar el nuevo equipo ecuatoriano.

No quiso borrar de un plumazo a quienes estuvieron en la Copa América, pero poco a poco fue incluyendo a los jóvenes mundialistas. Ahora, en la nómina solo están cinco de los que estuvieron en Brasil: Pedro Ortiz, Enner Valencia, Ángel Mena, Xavier Arreaga y Jhegson Méndez.

Además, fue más estricto con las normas disciplinarias. Él también vivió un capítulo triste cuando tuvo su primer encargo, al final de las eliminatorias a Rusia 2018, cuando cinco jugadores se escaparon de la concentración. Y advirtió que no lo iba a tolerar otra vez.

Con el pasar de las convocatorias fue armando la base que quedará para el entrenador que se sumará en las próximas semanas. “Quiero dejar la vara muy alta para que el nuevo técnico sienta que ese es el camino que le conviene a Ecuador y que los jóvenes están en condiciones de asumir el nuevo reto”, señaló.

Y los resultados llegaron. También el rechazo del público se volvió apoyo. Fue clave que los nuevos convocados hayan cumplido.

Por todos los cambios que experimentó la Tricolor con Célico, se generó una corriente de apoyo para que él se quede de manera definitiva.

Álex Aguinaga, por ejemplo, dijo que “Célico se ajusta a las necesidades de la selección nacional, conoce el medio a la perfección y está al tanto de todo lo que sucede”.

Sixto Vizuete también apoyó su trabajo. Para el exseleccionador nacional, “ha encontrado un buen grupo de jóvenes y sería bueno que siga con esa línea. Hay que darle apoyo a esos nuevos jugadores”.

Pero Célico fue muy claro. No quiere quedarse en la Tricolor mayor porque tiene un objetivo principal: la medalla olímpica. Por eso, apenas termine su encargo volverá a la sub-23, pero sabiendo que aportó a un cambio necesario.