Hay índices a la baja en mortalidad materna

Hay indices a la baja en mortalidad materna

En la provincia del Guayas este año una mujer murió por un aborto mal realizado; y otra, en cambio, por complicaciones causadas por una enfermedad preexistente.

En la provincia del Guayas este año una mujer murió por un aborto mal realizado; y otra, en cambio, por complicaciones causadas por una enfermedad preexistente.

Esas son algunas de las historias que reflejan la realidad sobre las muertes maternas en el país, que se dan, a decir de la subsecretaria de la Gobernanza de la Salud del Ministerio de Salud Pública, Jackeline Calle, no solo por la falta de infraestructura sino también por hemorragias y problemas culturales, que incluyen el hecho de dar a luz con una partera.

Al momento el problema persiste. Las madres siguen falleciendo por esta causa en el país. No obstante, el índice se ha reducido. En Guayas, por ejemplo, una de las provincias con mayor incidencia (al igual que Pichincha, Esmeraldas, la Amazonía y la Sierra central), la tasa de mortandad por cada 100.000 nacidos vivos en el 2014 fue de 46. Este año es de 20.

A nivel nacional pasa lo mismo. Hace 2 años se registraron 150 fallecimientos (por cada 100.000 nacidos vivos) y ahora 96.

Calle, quien dio a conocer estas cifras durante la XXX edición del Curso Internacional de Actualización en Ginecología y Obstetricia ‘Dr. Francisco Estrada Valle’, realizado en Guayaquil, considera que esta disminución se da precisamente por las constantes capacitaciones, campañas masivas de información y mejoras en la infraestructura de los hospitales y centros de salud públicos y privados del país.

No obstante, afirma, los números deben disminuir aún más. La meta de Ecuador, tal como lo planteó la Organización Mundial de la Salud años atrás, indica, es que se reduzca el 75 % de muertes en cada país. Al momento el país lo ha hecho en un 71 %, agrega.

Pero, ¿qué se necesita para lograrlo? Según Octavio Miranda, secretario permanente de la Federación Ecuatoriana Gineco Obstetricia, también presente en el encuentro, se debe capacitar “aún más” a los especialistas desde la academia.

“Debemos prepararlos para lo que se viene”, concluye. De allí que recomienda a las universidades incluir en su malla curricular los parámetros de alerta (sangrados, fiebres, dolores...) para detectar posibles complicaciones y actuar a tiempo.

Reforzar redes integrales de salud en el ámbito público y privado, mejorar la calidad de atención de los establecimientos médicos y facilitar el acceso a sus servicios, también será vital. A esto se suma la planificación familiar. Un factor que, a decir de los expertos, aminora hasta en un 30 % la mortalidad.