
Guerrero, el hombre de las ‘corridas’
Como atleta o torero, este quiteño de 69 años ha dedicado su vida al deporte. Estará en la Media Maratón.
El torero y atleta Fausto Guerrero, de 69 años, toda su vida ha estado inmerso en varias disciplinas deportivas debido a que siempre le gustó competir y sobre todo esquivar contrincantes para subirse al podio de ganadores.
El quiteño, que lleva 15 años corriendo la carrera EXPRESO (hoy Media Maratón Ciudad de Guayaquil Diario EXPRESO), en su niñez realizó al mismo tiempo natación, boxeo y fútbol, hasta que el atletismo y las corridas de toros lo atraparon. En cada una de las actividades que realizó siempre destacó.
“Recuerdo que como todo niño travieso me picaban los pies por hacer algún deporte, por eso me metí en varios, ahí no tenía muy claro qué quería jugar”, recalcó.
Guerrero inició jugando fútbol con su amigo de infancia y exseleccionado de Ecuador, Polo Carrera, en el barrio La Loja, en Quito. En la calle del barrio improvisaban un gramado y eran felices. “Jugábamos siempre pelota. Polo la movía muy bien, era un mago con el esférico”, recalcó entre risas.
Después, en 1960, incursionó en natación. Añora que fue a la piscina del complejo deportivo El Sena, ubicado en el Centro Histórico de la capital, para dar sus primeras brazadas.
“Aprendí a nadar a los 11 años. Yo me crucé nadando la laguna de San Pablo (Otavalo), pero decidí dejarlo porque había otros deportes que me atraían más”, aclara.
Después incursionó en el boxeo hasta que llegó a su vida para quedarse con el atletismo y las corridas de toros. De joven, su abuelo, Alberto Salazar, lo llevó a la plaza Belmonte y se convirtió en su nueva pasión.
“Yo creo que uno nace como torero porque desde la primera vez que vi la tauromaquia me enganché”, dijo el sexagenario sin poder evitar derramar lágrimas.
Luego de ver durante muchos años corridas de toros y de entrenar, en 1966 se lanzó a realizar su primera novillada en Baba, provincia de Los Ríos. En esa ocasión cortó siete orejas y le quedó grabado como uno de sus mejores recuerdos.
“Me acoplé a la profesión muy rápido porque siempre andaba con grandes toreros como Armando Conde y Edward Fuente”, precisó Guerrero.
Guerrero, quien mató a los 15 años su primer toro, ha estado al borde la muerte en varias ocasiones tras recibir cornadas en varias ocasiones, pero eso nunca fue un motivo para desistir ya que cada una de ellas las considera un diploma. “Tengo tres cornadas graves. Una me tocó la femoral y del golpe estuve inconsciente un mes. Otra fue en el ano y casi me toca los riñones”, expuso.
Hoy las corridas las combina con otra actividad en la que también corre, pero como atleta. A diario recorre alrededor de 20 kilómetros; el objetivo: subirse al podio de la Media Maratón Ciudad de Guayaquil Diario EXPRESO. “Son ya 15 años, este será mi carrera 16, así que en esta ocasión no me la iba a perder”, finalizó.