Vigías. Torre de guardia en un sector de la prisión de Guantánamo, en Cuba.

Guantanamo: acusados del 11S siguen esperando juicio

2020 Es el año en que se estima empezará la selección del jurado que condenará a los acusados.

Pasaron siete años encarcelados durante la presidencia de George W. Bush y otros ocho con Barack Obama. En sus celdas de Guantánamo, cinco acusados por los ataques del 11S siguen sin ser juzgados.

Los cinco acusados, entre los cuales Jalid Sheij Mohamed (JSM), considerado el cerebro de los atentados, se enfrentan el miércoles a la justicia militar estadounidense en Guantánamo (Cuba) para una nueva serie de audiencias en el marco de la preparación del juicio.

Esta odisea legal despierta cierto interés tras la asunción de Donald Trump, quien dijo que no dudaría en enviar nuevos prisioneros a Guantánamo y que no veía inconvenientes en que fueran juzgados.

Nadie puede, sin embargo, prever la fecha del juicio de estos acusados, en lo que se convirtió en uno de los procedimientos más complejos de la historia judicial estadounidense.

“Estamos más determinados que nunca a presentar a estas personas delante de la Justicia, y lo haremos, cualquiera sea el tiempo que conlleve”, declaró el general Mark Martins, quien dirige el equipo de la Fiscalía, en la víspera de las audiencias.

El general estima que el jurado que decidirá el destino de los cinco hombres podría empezar a ser seleccionado dentro de poco más de un año, en marzo de 2018. La defensa de los acusados, que se arriesgan a la pena de muerte, habla de 2020.

Los cinco hombres están detenidos desde hace 15 años e inculpados desde hace nueve.

El procedimiento avanza a un ritmo de hormiga, como lo muestra el programa de audiencias de la semana, que posiblemente sea impugnado desde el miércoles.

El procedimiento judicial contra los acusados es aún más complicado si se tiene en cuenta que los prisioneros pasaron por algunas cárceles secretas de la CIA, y algunos fueron sometidos a “procedimientos de interrogación exagerados”, un eufemismo para designar a la tortura, que sirvieron para construir la carpeta de la acusación.

Es el caso de JSM, detenido en Pakistán en 2003, sometido a varias sesiones de simulación de ahogamiento en agua y sesiones de “rehidratación rectal” sin justificación médica, antes de ser transferido a Guantánamo en 2006.

Ciertos elementos de acusación recogidos por la CIA siguen clasificados en el reporte del Gobierno estadounidense sobre la tortura.

Los abogados de la defensa están furiosos de no poder saber más de este reporte y de todos los elementos acusatorios de los que dispone el Gobierno.