La gastronomia politica

Raspar la olla o rasquetear el cocolón no evidencia necesariamente pobreza; hay personas pudientes que prefieren el pegado, al arroz de encima; con juguito de carne o pollo y un huevo frito, rico ¿verdad? En política es igual; con el país quebrado, ya veremos en el 2021 cuantos (henchidos e imbuídos de patriotismo) lo querrán salvar desinteresadamente, como dicen. ¿O será que sí hay un “cocoloncito” por el que quieren sacrificarse? Los expertos en gastronomía política que no se hagan los inapetentes ya que un arroz con jugo (aunque sea sin presa) le “mata” el hambre a cualquiera, más aún después de una década y más de ayuno.

Miguel Ulloa