Gastos en el Congreso Nacional

Frente al panorama económico que sufre el país, y que se alistan medidas creando más impuestos, no creemos sea la mejor fórmula para equilibrar la balanza del gasto público, que en muchas constituciones es obeso. Lo ideal sería reducir el gasto público que en muchas instituciones públicas es una afrenta para el pueblo, que tiene que cubrir esos salarios con el sudor de su frente. Por ejemplo, se destinan millones a la Función Legislativa para contratar asesores y secretarios de los asesores. No podemos entender que un legislador(a) vaya al Congreso sin saber qué es lo que tiene que hacer -el criterio de su asesor-, para levantar la mano. Muchos honorables “padres de la patria” no son sino figuras decorativas donde se anidaron los famosos diezmos que pusieron al descubierto dolosos y vergonzosos cruces de cuentas.

José Baidal