A Francisco lo reciben con rap en Colombia

A Francisco lo reciben con rap en Colombia

La monja María Valentina de los Ángeles prefiere usar zapatos deportivos porque dice que son más cómodos que las sandalias. Antes de entrar al culto religioso, era guitarrista de una banda de rock y participó en varios shows de talento. Y ahora ella cumplirá su más grande sueño, cantarle al papa Francisco durante su visita a Colombia, programada para este próximo 6 de septiembre.

Por motivo de la llegada del pontífice, en Colombia se prepararon varias actividades, entre ellas, un concurso para elegir la canción que escucharía Francisco en tonalidad de himno. María Valentina y su grupo musical lo ganaron; la agrupación escogió el tema que se convertirá en la banda sonora del recorrido papal.

‘Demos el primer paso’, es el nombre del vallenato pop de poco más de cuatro minutos y que incluye una estrofa rapeada. “Colombia te recibe con los brazos abiertos... bendito sea Dios, que en su sabiduría, te ha traído a nuestras tierras para ser su guía”, pronuncia la monja.

La religiosa se hizo conocida en el país luego de participar el año pasado en el reality ‘A otro nivel’, en el que rapeó una canción con tal “naturalidad” que los MCU (Músicos Unidos Católicos) la invitaron a componer y cantar una estrofa del tema que resultó elegido a principios de agosto como el ritmo oficial de Francisco en tierras cafeteras, según informa la agencia de noticias AFP.

María Valentina considera que el rap es un género reivindicativo y se ajusta a la consigna papal a los jóvenes: “hacer lío”. “Lío en el contexto y en el lenguaje del santo padre es ser diferentes, es ser atrevidos llevando un mensaje de alegría, esperanza, de caridad”, explicó.

¿Quién es la monja rapera?

Amante de todos los géneros musicales, pero sobre todo, destaca el espíritu de protesta del rap. “Lo chévere del rap es que se queda muy fácil en la cabeza y cuando tiene la profundidad de una verdad, que es Cristo, pues es más llamativa todavía”, afirma.

Además, cuando era tan solo una niña, superó el mal de Nash, una enfermedad hepática que la obligaba a un trasplante de hígado cuando cumpliera la mayoría de edad. A los 16 años, cuenta, los médicos se sorprendieron porque tras un chequeo rutinario no había rastro de la afección. Atribuyó su sanación a Dios y un año más tarde se convirtió a la vida consagrada, en la que no abandonó su pasión por la música.

Además de su reconocimiento como solista, que le permitió grabar un disco titulado ‘Dime y dame’, la religiosa hace parte de la Comunidad de las Comunicadoras Eucarísticas del Padre Celestial, de la Arquidiócesis de Cali. Esa comunidad surgió tras el pedido de Juan Pablo II a los artistas para que evangelicen a través de sus creaciones.

En la congregación tienen una productora de televisión y un grupo musical, del que hace parte María Valentina, que ha grabado dos producciones discográficas, según diario El país.