Dedicación. En un zaguán, Francisca Cachiguango carda la lana con la habilidad que ha cultivado a través de décadas de incansable práctica.

Francisca, la ultima cardadora de Carabuela

Francisca Cachiguango Cotacachi tiene 77 años, pero recuerda como si fuera ayer la primera vez que su abuelo, Julián Cachimuel, la tomó de las manos para enseñarle a cardar la lana de borrego.

Francisca Cachiguango Cotacachi tiene 77 años, pero recuerda como si fuera ayer la primera vez que su abuelo, Julián Cachimuel, la tomó de las manos para enseñarle a cardar la lana de borrego.

Aunque no entiende castellano, pues su lengua materna es el kichwa, trata de hacerse entender con las pocas palabras que sabe pronunciar.

Su nieto, William Amaguaña, la ayuda y cuenta que cuando aprendió apenas tenía cuatro años.

Fue un día en que su familiar se le acercó y le dijo que tenía que aprender ese oficio artesanal.

En el piso de tierra, ella se hincó y su abuelo acomodó sus brazos y manos para guiarla.

Un tiempo después él murió, pero ‘mama’ Francisca, como la conocen en la comunidad de Sigsichaca de Carabuela, parroquia San Juan de Ilumán del cantón Otavalo, en Imbabura, continuó con el legado familiar que está a punto de desaparecer, debido a que en la actualidad se utilizan máquinas cardadoras para realizar esta tarea.

Debido a su avanzada edad y a una reciente caída, la mujer camina despacio hacia un pequeño rincón de la vivienda que comparte con su hija, Rebeca Cachiguango, donde tiene sus instrumentos para cardar la lana de borrego, para luego de un proceso convertirla en hilo y venderlo para su uso textil. Allí toma un “manojo” de lana que de manera previa ha lavado y secado.

Con un cardador manual lo peina, desenreda y separa para que adquiera una textura blanda. Luego la amolda como pedazos de algodón para finalmente colocarla en un torno de madera y producir el hilo que es vendido para la elaboración de ponchos.

Este es uno de los testimonios que la Radio Ilumán recoge en las comunidades indígenas a las que va cada lunes por la mañana con su proyecto ‘Ayllu Llaktapa Shimi’, que en castellano significa ‘Voces de la comunidad’.

Su director, Tupac Perugachi, explica que el objetivo de trasladar la cabina de la radio hacia las comunas es que los radioescuchas conozcan costumbres, tradiciones y vivencias como las de Francisca Cachiguango, quien es la última cardadora manual que queda en Carabuela.

Son dos horas a la semana en las que se promueve el turismo comunitario, debido a que muchas comunas son desconocidas, pero tienen mucho que ofrecer al turista.

Hasta el momento la radio, que fue fundada en 2001, ha visitado 36 comunas, pero se prevé que hasta fin de año se completen las 50. (F)