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Los extremos de la ciudad sienten el deficit de agentes

El pasado fin de semana resultó agotador para los agentes de tránsito, debido a las festividades octubrinas laboraron a doble jornada. Los aproximados 600 uniformados se dividieron para cubrir los sitios en donde se realizaron eventos por el acontecim

Posición. Para la ATM, el número de uniformados es suficiente. La entidad apuesta por la tecnología.

El pasado fin de semana resultó agotador para los agentes de tránsito, debido a las festividades octubrinas laboraron a doble jornada. Los aproximados 600 uniformados se dividieron para cubrir los sitios en donde se realizaron eventos por el acontecimiento histórico, como desfiles, sesiones y conciertos.

El comandante de la ATM, general Luis Lalama, reconoció del extenuante trabajo desplegado por los agentes, por el limitado número de personal. aunque asegura que en esta ocasión “no se registraron falencias en ningún sitio”.

Sin embargo, no faltaron las críticas especialmente de moradores del sur y suburbio por la falta de cobertura de la ATM. Las quejas continúan.

Galo Piedra se refirió al poco control vehicular en Portete y la 17. “Hay conductores que no respetan a los transeúntes, aprovechando la ausencia de agentes”, manifestó.

Hasta antes de asumir el rol la entidad (el 1 de agosto del 2015), la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) contaba con 1.300 vigilantes, distribuidos en tres turnos. Es decir, Guayaquil registraba un 46 % más de uniformados en comparación a la fecha actual.

El gerente de la ATM, Andrés Roche, se ha referido en más de una ocasión que mantendrá el número de uniformados. Uno de los motivos es el limitado presupuesto.

En su lugar se apostará por los medios tecnológicos, como fotorradares, videocámaras y semaforización inteligente.

Roche recordó la política de la entidad que es “eliminar la vieja costumbre de contar con un agente en cada esquina”.

Se habla de la aplicación de un nuevo modelo de gestión. “La gente se acostumbró a observar parado a un agente durante ocho horas. Ahora es un trabajo aleatorio, es decir, no está en un solo puesto, sino en sitios donde sea necesario”, indicó Lalama.

El experto en Movilidad, Jaime Acevedo, cree que la solución está en la tecnología, tras añadir que en ocasiones la congestión es ocasionada por el criterio del agente.

“Se da el caso en que un uniformado tiene una posición diferente al de su compañero sobre el tiempo para dar paso, así como la fluidez de vehículos. Esta falta de acuerdo motiva embotellamientos”, opina. Pero ciudadanos coinciden en que los equipos tecnológicos no resultan suficientes para el control. Citan como ejemplo la autopista Narcisa de Jesús Martillo Morán, donde los fotorradares no impiden que buses interprovinciales y vehículos pesados excedan los límites de velocidad. La ATM tiene pendiente la sincronización de los semáforos y la instalación de fotorradares dentro de la ciudad.