Enfrentar al terror con unidad
No debería habernos tomado desprevenidos la situación desatada a partir del primer atentado ocurrido en Esmeraldas. La advertencia era vieja. Se la anticipó desde cuando comenzó a tener posibilidad de concretarse el acuerdo de paz en Colombia. Era presumible que “ellos” decidirían continuar sus acciones delincuenciales en territorio ecuatoriano. Pruebas de esa actitud ya eran visibles en toda la frontera norte.
Siniestramente, se decidió no actuar en consecuencia. Por el contrario, se procedió a iniciar un proceso de desprestigio y debilitamiento de nuestras Fuerzas Armadas que, en buena hora, tuvieron la capacidad de no caer, como otras del continente, bajo el embrujo de la revolución como membrete para el asalto a los fondos públicos. Así, para cumplir con los compromisos derivados del financiamiento de la campaña electoral, el Gobierno actuó permisivamente con el narcotráfico. No era, por supuesto, la permisividad con los narcotraficantes el mecanismo adecuado para mantenernos como una “isla de paz” y se sabía que cuando, por cualquier motivo, se acabase la connivencia con algunos de los carteles, habría consecuencias.
Eso es lo que estamos sufriendo: consecuencias de una grave traición inferida a la patria, y que ahora tenemos, todos juntos, que impedir que fructifique. Para que ello ocurra debemos volver a unirnos, con los ideales firmes y las propuestas claras, confiando en quienes las van a llevar adelante. Credibilidad es una palabra clave en el logro de lo que hay que hacer de aquí para adelante y no les cree el Ecuador a los que manejan el criminal tema del tráfico de estupefacientes como un instrumento de guerra contra el imperialismo. El sectarismo les impide ver que cada día se incrementan los niveles de consumo de drogas en el Ecuador. No asumen que nuestros niños en los suburbios de muchas de nuestras ciudades malviven consumidos por la ‘H’.
Pero no es tiempo para lamentaciones. Es tiempo de poner a prueba nuestra templanza, nuestra capacidad para enfrentar graves y duras pruebas, sin bajar la guardia y con ánimo de obtener la victoria.
P. S. Reciban los familiares de los tres que nos faltan, la solidaridad de diario Expreso.