Italia. Los cancilleres del G7, previo al inicio de la reunión, acudieron a una ceremonia dedicada a las víctimas de la masacre nazi de 1944.

EE. UU. marca una hoja de ruta mas intervencionista

Rex Tillerson asegura que su país enfrentará a quien cause daño a inocentes. Los cancilleres reunidos en Italia buscan que Moscú retire su apoyo a Asad

El giro de la política exterior de la joven Administración de Donald Trump se consuma después de que el domingo se marcara como objetivo la deposición de Bachar el Asad en Siria. Ayer ha sido el secretario de Estado de EE UU, Rex Tillerson, quien ha marcado una hoja de ruta más intervencionista y, por lo tanto, alejada de los planteamientos de campaña del actual presidente.

Tillerson afirmó ayer que su país no permitirá que los crímenes contra inocentes queden impunes y que actuará allá donde se perpetren. “Nos dedicaremos a tener en cuenta a todos aquellos que cometan crímenes contra inocentes en cualquier lugar del mundo”, ha dicho Tillerson en declaraciones citadas por Reuters, durante un acto de conmemoración de la masacre nazi cometida en 1944 en Sant’Anna di Stazzema (Toscana), donde fueron fusiladas alrededor de 500 personas.

Tillerson se encuentra en Italia para participar en la cumbre del G7 de Asuntos Exteriores, que reúne en la ciudad toscana de Lucca, ayer y hoy, a los ministros de Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá, junto con la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini.

Las palabras del secretario de Estado llegan después que el presidente sirio, Bachar el Asad, bombardeara con armas químicas a la población civil y el presidente Trump, reaccionara atacando con 59 misiles Tomahawk la base militar Shayrat del ejército sirio, donde la inteligencia norteamericana considera que El Asad contenía un arsenal de armas químicas, y aumentara la tensión con Rusia e Irán.

Precisamente la guerra de Siria es el tema principal de las conversaciones, centradas en abordar los temas internacionales que afectan a la paz global y la seguridad.

Los siete países más desarrollados del mundo se dicen preparados para abordar cuáles son los mejores modos de “contrastar el terrorismo y el extremismo violento y promover la estabilidad, la inclusión y la prosperidad”. Su prioridad es “la erradicación total del Estado Islámico de las áreas que controla en Siria e Irak”, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano en un comunicado.