Ecuador turistico: un mito
En 2013 una intensa campaña difundida local e internacionalmente vendía al Ecuador como potencia turística. El gobierno de entonces trató de convencernos de que estábamos listos para llenarnos de dólares con los millones de extranjeros que se desesperarían por visitarnos.
Un país o institución es potencia en un ámbito específico cuando se destaca en él notablemente y lo lidera con ventaja indiscutible, o cuando domina con maestría el tema. Sin embargo, también se habla de potenciar: cuando teniendo todas las condiciones y recursos para llegar a ser algo o alcanzar un objetivo, hay que trabajar para desarrollarlo. Es nuestro caso.
¿Cómo pretender un gran turismo cuando ciertos requisitos esenciales no existen? No basta con tener invaluables tesoros naturales, históricos y culturales. Sin infraestructura de primera, formación ciudadana, servicios básicos e interconexión eficientes, una red nacional de baterías sanitarias pulcras y en perfecto funcionamiento, estrictos controles e inspecciones periódicas y permanentes de las instalaciones, un sistema de transporte fiable, óptima difusión de atractivos turísticos, y principalmente seguridad, ese gran turismo no vendrá.
Tenemos todo para llegar a ser potencia turística, pero falta mucho para hacerlo realidad.