Diana Acosta-Feldman | Nuevo código obrero

Nuestro código obrero vigente desde 1938 debe actualizarse de manera integral, con un solo cuerpo normativo
La agenda legislativa avanza como tiene que ser, a paso acelerado, pues las necesidades de los ecuatorianos así lo exigen, y uno de los puntos prioritarios dentro de esa agenda legislativa, en el cual parecen estar de acuerdo todas las bancadas, la academia, las organizaciones sociales y los laboralistas, es en un nuevo Código del Trabajo, pues el actual está arcaico, obsoleto y lleno de parches inconstitucionales.
Nuestro código obrero vigente desde 1938 debe actualizarse de manera integral, con un solo cuerpo normativo que proteja y regule todas las relaciones laborales, tanto del sector público como privado, que vaya acorde a los mandatos constitucionales y a la normativa y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La posmodernidad, la revolución cibernética y el cambio en los medios de producción a nivel mundial nos obligan a reinventarnos; por ello, un nuevo código obrero de rango orgánico es apremiante.
Necesitamos un nuevo Código Orgánico del Trabajo (COT) que regule al trabajo en todas sus formas y modalidades, y que goce de la protección del Estado (art. 325 CRE); que aumente los principios protectores y tutelares; que respete la progresividad (art. 11.8 CRE), la favorabilidad y la primacía de la realidad; y que tenga la inversión de la carga de la prueba, así como la tiene la naturaleza en materia ambiental (art. 397.1 CRE).
También es importante que promulguen el primer Código Orgánico Laboral Procesal para ya salirnos de las normas civiles que descabelladamente rigen al derecho laboral ecuatoriano (Cogep).
El trabajo no es un privilegio ni una mercancía, es, como lo dice nuestra Constitución, un derecho y deber social, fuente de realización personal y base de la economía (art. 33 CRE), por ello, un nuevo Código Orgánico de Trabajo no solo mejorará la calidad de vida de los ecuatorianos, sino que además recompondrá el tejido social, con equidad, inclusión, sin discriminación entre trabajadores públicos y privados; sin exclusión entre ciudadanos.
Bienvenido el tratamiento y debate del nuevo Código Orgánico del Trabajo.