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Referencial. Un usuario compra productos farmacéuticos en una droguería con tarjeta de crédito.Vanessa López / Expreso

El uso de tarjetas de créditos se expande en clientes más jóvenes

El 55 % de los nuevos plásticos son de personas de menos de 25 años. Hay mayor interés, pero poca orientación. La mayoría prefiere hacer pagos mínimos

En Ecuador quienes más acceden, por primera vez a las tarjetas de créditos, no pasan    de tener 25 años de edad, y de esa población la mayoría son mujeres. Estas son las dos tendencias que marcaron el estudio que realizó la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), para analizar la evolución del uso de las tarjetas de crédito en el primer semestre de este 2023.

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Fueron en total 50.540 nuevas personas quienes adquirieron una tarjeta de crédito en el primer semestre, registrando con el plástico 192.999 operaciones y un consumo de 38,7 millones de dólares. De esos nuevos usuarios, el 38 % (el mayor porcentaje) tiene entre 21 y 25 años de edad. Le sigue, con el 28,4 %, el grupo que está entre los 26 y 35 años de edad. Y después viene, con el 17,2 %, la población menor a 21 años.

Estos resultados, dice Asobanca, reflejan el esfuerzo del sistema por “fomentar la inclusión financiera de nuevos clientes”, porque, detallan a EXPRESO sus especialistas, con esto se evidencia que los bancos están dando a los jóvenes más oportunidades de acceder al sistema financiero, y la manera más sencilla de hacerlo es facilitando el acceso al crédito, a través de esta vía de consumo.

Pero es justamente acerca de este punto que especialistas en finanzas, como Sonia Zurita, analizan el alcance de dicha inclusión, ya que el mismo informe detalla que de estos nuevos clientes de tarjetas de crédito, el 54,9 % hizo en el primer semestre sus pagos con créditos rotativos, es decir pagando el mínimo de la deuda cada mes. Esta fue la principal forma de pago hecha por los nuevos clientes.

“Si bien con la tarjeta de crédito las personas pueden empezar a formalizar el uso del financiamiento, lo que les permite evitar ir a fuentes informales como el chulco, hay algo particular que nos demuestra el estudio: si son usuarios nuevos de tarjetas de crédito, lo lógico es que manejen su crédito con mucho más cuidado (es como cuando se aprende a conducir, vas despacio); pero son justamente estos nuevos clientes, en cerca del 55 %, los que hacen uso del crédito rotativo, cuando los clientes regulares acceden a ese tipo de crédito en un 42 %. Esto significa que estos nuevos clientes están pagando el mínimo, o menos, de lo que consumieron”, explica a EXPRESO Zurita, experta en finanzas y docente de posgrado en Finanzas de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). Un comportamiento que también los expone a un mayor riesgo de endeudamiento.

La experta atribuye este fenómeno a varios motivos: que les ofrezcan estos créditos a los usuarios y ellos, sin entender cómo usarlos, se lancen a tomar la oportunidad; o que sean los mismos bancos los que den más facilidades a ese acceso, sin medir los resultados. “Es contraproducente hablar de inclusión financiera cuando la institución financiera incorpora nuevos usuarios, pero estos hacen mal uso de los créditos al ir acumulando deuda. Porque no vale de nada tener un nuevo cliente si estamos generando otro problema”, reflexiona. De ahí un llamado a incrementar la capacitación y la educación financiera, en este grupo poblacional.

En cuanto a por qué la edad de la mayoría de los nuevos clientes de tarjetas de crédito no pasaba de los 25 años, Zurita analiza que ello depende de varios factores. Menciona que el banco concede las tarjetas a gente más joven que ya tenga un ingreso, así sea el salario básico; o quizá, como se está retrasando la maternidad y cada vez las personas se tardan más en unirse en pareja, haya por ello más facilidades de acceso.

Los nuevos clientes son más jóvenes, pero son quienes acumulan más deuda

Sonia Zurita
Experta en finanzas

Además, resalta Zurita, “estamos hablando de una generación que está más familiarizada con internet y el uso de transacciones digitales”.

En cuanto a las mujeres, que dentro de los nuevos usuarios son quienes más han accedido a las tarjetas (en un 51 %), Zurita considera que ellas, en la actualidad, al tener mayor responsabilidad en el hogar, incluso en lo económico, se convierten en clientes atractivos para los bancos.

Hasta junio de este año, 5 de cada 10 jóvenes de 18 a 29 años de edad en el país no tenían empleo, lo que significa que esta población representaba alrededor del 52 % del total de desempleados en Ecuador, según datos de la Cámara de Industrias y Producción.

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De acuerdo con los requisitos que en sus plataformas digitales exponen instituciones financieras como Banco de Guayaquil para acceder a una tarjeta de crédito, es necesario tener mínimo 21 años de edad, estabilidad laboral, ingresos iguales o superiores a los $ 700. En otros bancos, como el Pichincha, la edad mínima es 18 años, además de la historial laboral y poder sustentar los ingresos mensuales.

No obstante, estos requisitos no siempre se solicitan, según cuenta a este Diario un usuario. “Recuerdo que un agente bancario me llamó y me ofreció una tarjeta de crédito. Le dije que me gustaría, pero que no tenía trabajo en ese momento. Un par de días después, me llevaron a casa la tarjeta. Cuando me entregaron el contrato, ahí decía que yo ganaba 1.500 dólares al mes, cuando claramente les dije que no tenía empleo. Sin embargo, la tomé y creo que hago buen uso de ella”, revela André Nicolalde, de 26 años de edad.

  • Mercado nacional. $ 10 mil millones en consumo

De acuerdo con el informe que presentó Asobanca, en alianza con Aval Buró, en el primer semestre de este año había 3’583.548 tarjetas de crédito activas, con las que se realizaron 50’728.637 operaciones y se hizo un consumo de 10.382 millones de dólares a nivel nacional. En promedio, por cada operación los clientes hicieron un consumo de 205 dólares.

Esta última cantidad fue mayor que el primer semestre de 2022, cuando hubo un consumo de 8.454 millones. Y fue mayor aún que el primer semestre de 2021, cuando el consumo fue de 6.439 millones.

Según la explicación del estudio, si bien hay más hombres que mujeres usando tarjetas de créditos en comparación con años anteriores, la población femenina es la que crece más en el sistema financiero. Asimismo, el estudio registró que el 56,2 % de los clientes regulares acceden al pago diferido.

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