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Personaje.- Armando Cavero, socio director de AIMS, busca talentos para las empresas CHRISTIAN VASCONEZ

Armando Cavero: “Estar atentos a la salida de capitales de otros países”

Una entrevista con Armando Cavero, socio director en AIMS International Perú, firma que recluta y coloca talentos en empresas de más de 50 países

Con un mercado corporativo convulso, pero con oportunidades. Así divisa a la región, el peruano Armando Cavero, un experto en medir el pulso del sector empresarial por su experticia de cazar a ejecutivos talentosos para colocarlos en compañías internacionales.

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- Medir la demanda de mano de obra podría ayudar a evaluar el nivel de recuperación del sector corporativo. En ese sentido, tras la pandemia, ¿qué evolución ha tenido?

- La realidad de cada país es muy diferente, depende mucho de las fortalezas productivas y económicas, hay algo de geopolítica, con ventajas o desventajas geográficas para unas u otras industrias, pero sí hemos notado que, de forma en general, tras la pandemia, las empresas dejaron de reclutar ejecutivos. Fue como bajar un switch y apagar la luz, dejó de haber demanda por este tipo de profesionales. Si alguien era despedido, por cualquier motivo, trataban de no reponerlo.

- ¿Fue una medida para ajustar gastos?

- Netamente por la incertidumbre. Nadie sabía qué era lo que venía por delante, cuánto tiempo íbamos a estar encerrados, sí íbamos a tener las vacunas, si estas iban a funcionar. Ante un entorno económico incierto, ante la duda la vía fue abstenerse y decir ‘no contratamos’. Yo diría que esa demanda llegó a caer un 90 %... y lo que más bien sí comenzó a darse fue la demanda por servicios de ‘outplacement’ o recolocación de ejecutivos, que es un servicio que se da de forma paralela.

El contextoEl mercado empresarial y laboral de la región siguen asimilando los efectos de la pandemia. No solo las empresas han debido adaptarse a un escenario más digital, sino que han tenido que ajustar su gestión con políticas de cautela, en contextos políticos y económicos inestables.

- Hemos tenido años de reactivación, ¿qué ha pasado en el 2021, 2022? ¿Ese comportamiento cambió?

- Sí, hemos visto un rebote, siempre hay la necesidad de encontrar profesionales destacados, de incorporar a personas talentosas. Pero es verdad que eso no está aún en niveles de prepandemia y esto porque las empresas siguen sin tener certezas. Las compañías están regresando de una reducción de fuerza laboral a una normalización. Si me preguntan si se va a normalizar al 100 % es difícil hablar en términos regionales, podríamos hacerlo por países. Hay países que están entrando a etapas electorales que siempre son difíciles, las empresas se ponen un poco cautas y bajan el ritmo de contrataciones porque no saben quién va a ser el presidente, qué políticas económicas va a implantar el nuevo Gobierno. Por otro lado, están otros factores como los precios de las exportaciones, la desregulación, la apertura de mercados internacionales, el precio de las divisas y sus devaluaciones, factores que varían por cada país.

- ¿Cuál es el clima que los empresarios están percibiendo en países como Perú, que acaba de pasar por un golpe de Estado y donde la inestabilidad política ha desatado fuertes manifestaciones, con muertos incluidos?

- En Perú todo parece indicar que las elecciones se van a adelantar para finales de este año o quizá comienzos del próximo, esperamos bajar la presión con eso. Pero sí, se ve una situación compleja en lo político que, por ahora, yo creo que puede generar un pequeño bache en el camino empresarial, pero nada sustancial. Aún no se percibe un efecto relacionado con la demanda de personal, pero eso podría ir cambiando en función de cuánto demore en resolverse.

Yo creo que Ecuador está excepcionalmente bien posicionado para correr y aprovechar una posible ola de capitales, tanto de Colombia como de Perú.

- ¿En medio de este contexto hay oportunidades para Ecuador, en términos de arribo de inversiones acá?

- Ya he escuchado de algunas intenciones, pero no voy a mencionar nombres porque pueden ser clientes míos o pueden no serlo, me voy a permitir hablar como un espectador. Lo que vemos es que hay una gran similitud cultural entre Ecuador y Perú. Ecuador es mucho más similar a Perú que Bolivia, Brasil, Colombia. Hay una cercanía geográfica que permite que, en una hora y media, una persona pueda llegar a Lima o a Guayaquil, hay carreteras que igual nos comunican y creo que eso facilita que cuando un inversionista peruano quiere poner a mejor recaudo sus capitales de riesgo de inversión, uno de los primeros países al que mire sea a Ecuador.

- ¿Y existen las condiciones de atraer capitales acá?

- Creo que, en este momento, acá hay bastante más estabilidad política de la que hay en Perú, tienen un enfoque económico que es más favorable para atraer inversiones, tienen la dolarización que no deja de ser un factor importante, es una moneda absolutamente estable y predecible... y tienen que cuidar eso. Yo creo que Ecuador está excepcionalmente bien posicionado para correr y aprovechar una posible ola de capitales, tanto de Colombia, con un gobierno socialista como el de Gustavo Petro, o de Perú, con los problemas que estamos teniendo, si no se da un proceso electoral con perspectiva favorable. Hay que estar atento a esto... porque van a salir capitales de Colombia y me temo que pueda ser también el caso de Perú.

La incertidumbre hizo que las empresas sean cautas en contratar. Se irá normalizando con ajustes como el componente virtual

- ¿Qué fortaleza tiene el sector empresarial? ¿Podría estar afectándole el comportamiento de seguir cautos en la contratación de ejecutivos?

- No me atrevería a decir que hay un efecto. Yo creo que el segmento de la capa ejecutiva de las empresas más grandes es bastante homogénea, tanto en edad como en años de experiencia. Usualmente, vemos gerentes generales o presidentes de 45 años a 55, con un rango amplio de experiencia... Y depende de la empresa porque, por ejemplo, si estamos pensando en startups tecnológicas, ahí vemos que quienes lideran esos negocios son personas de menos de 40 años.

- Ha sido una reacción más, como dice, por cautela.

- Ha sido un efecto de la incertidumbre, que hizo y aún hace que las empresas sean cautas. Yo creo que la tendencia es que esa demanda se vaya normalizando con ajustes como el componente virtual, que yo creo que ha llegado para quedarse en algún grado y en algunas industrias más que en otras. La digitalización de las empresas ha tenido una inyección de energía con la pandemia. La percepción de cualquier ejecutivo o trabajador en general es que trabajar virtualmente es un beneficio. Cuando se está en un proceso de selección, todos preguntan sin excepción si va a ser presencial o virtual, pero una buena mayoría de ellos pide o insiste en que se lo contemple.